Page 24 - La Libreta Gris - La otra crónica de Elche: 2008-2017
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ZOZOBRA EN CAMELOT
Resumen de lo publicado: el alcalde y el PSOE tienen un buen follón montado con las facturas de una publicidad electoral socialista abonadas irregularmente por el Ayuntamiento a un semanario gratuito, y nadie sabe cómo acabará esto. Los acontecimientos se suceden casi al mismo ritmo que brotan los pagos supuestamente irregulares y la tensión política parece ir a más en el Camelot socialista valenciano. Fin del resumen.
La consternación, en efecto, se ha adueñado de los socialistas ilicitanos y de buena parte de la Comunidad tras el estallido del caso de las facturas recurrentes. El problema ya no es sólo que primero aparecieran dos pagos (uno rectificado antes del escándalo; el otro, después) de material propagandístico del PSOE a cargo de las arcas públicas. Ni siquiera que el PP haya sacado otras cuatro más después. El temor que invade en estos momentos a los responsables municipales y políticos del PSOE, y a la militancia entera, es qué más puede salir de esa caja de Pandora que los populares han encontrado en lo alto de la torre de Calendura y que al parecer les había pasado inadvertida a los socialistas. El PP ha hincado el diente en la pantorrilla de Alejandro Soler y no está dispuesto a soltar la presa. La argumentación de que todo este guirigay se debe a errores administrativos no ha convencido ni a los suyos, me da la impresión. Y nada digamos a los ciudadanos, muy poco receptivos a admitir que con sus impuestos se paguen gastos de partidos políticos. Porque se puede admitir algún error puntual en las tropecientas facturas que se han estado pagando al periódico gratuito en cuestión. Pero ya llevamos seis y parece que se multiplican como gremlins bajo la lluvia. La duda es lógica: ¿Habrá pasado en más ocasiones? ¿Será el Ayuntamiento un coladero de facturas que no le corresponden? ¿Les puedo enviar algún recibo mío de la luz, a ver si cuela? La presunción de que no hay intencionalidad tampoco deja muy bien parados a los gestores municipales ni a los responsables del control de pagos.
Por eso es necesaria una aclaración con pelos y señales, y sobre todo, un cribado exhaustivo de los pagos efectuados. Porque una cosa es el ruido político –que lo hay, y mucho–, otra que los tribunales depuren responsabilidades legales, si las hubiera, y otra distinta que los ciudadanos confíen en quienes administran sus cuartos. Ya se sabe, la mujer del César...
A todo esto, no me acaba de quedar claro si el apoyo del secretario 24






























































































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