Page 95 - La Libreta Gris - La otra crónica de Elche: 2008-2017
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maqueta, pero su supervista le gasta a veces malas pasadas aumentando de tamaño las cosas que observa). Desde allí, la gaviota vuela directa hacia su objetivo y la libertadora popular, capa y melena al viento, se dirige en picado hacia la torre del Consell. Nada más ver asomarse por una de las ventanas al villano, Supermercedes arroja su carga más mortífera: decenas de shuriken (esas estrellas cortantes que lanzan los ninjas cuando están cabreados de verdad) hechas a base de facturas irregulares prensadas y endurecidas en la fragua de los dioses del Supremo Olimpo. Soluthor trata de ocultarse detrás de varios funcionarios pero cae alcanzado por las varias facturas mortíferas, mientras Supermercedes se posa con su gaviota, triunfante, en lo alto de Calendura, a la vez que suelta un terrible graznido (el animal, se entiende). Suena de fondo la sintonía del PP y Alonso vuela rampante hacia el sillón presidencial. El spot se rodaría en Terra Mítica y los efectos especiales se añadirían en la Ciudad de la Luz. Al tanto.
Los responsables de campaña de Soler, sin embargo, no encuentran modelos a imitar. El vídeo del PSC de la joven que alcanza el clímax mientras mete y saca (sic) de la urna la papeleta con su voto a José Montilla, no acaba de convencer. "Demasiado intelectual", comentan los allegados al alcalde. "Pues pongamos al doberman" sugiere alguien. "¡Sííííí", gritan casi todos al unísono en la sede socialista. Y se ponen manos a la obra. La sinopsis sería, más o menos, así: Es noche cerrada en la Plaça de Baix. Aparece Mercedes y se transmuta en un monstruoso doberman (doberman hembra, se entiende; es decir, una doberwoman) y se lanza Corredora abajo atacando a los incautos ciudadanos que se cruzan en su camino. Aparece Emigdio Tormo blandiendo una cruz ante la bestia, pero como no se trata de un vampiro, no surte ningún efecto. La Mercedes transmutada le lanza una dentellada que le hace mucha pupita al Saint- Exupéry de la política local, aunque no lo remata. Cuando llega a a la Glorieta se encuentra a Alejandro Soler encaramado en el angelito de la fuente blandiendo un látigo, con sombrero y gabardina, a lo Van Helsing. La bestia se lanza contra él mostrando su aterradores colmillos pero Soler le dispara una certera bala (hecha, según la leyenda, con la plata de la pulsera que un brujo con bigote le regaló a la hija de un famoso presidente de la época). El terrible can cae abatido e inmediatamente vuelve a transmutarse en una Alonso moribunda. Soler se coloca de pie junto a su presa, escopeta en mano, mientras suena la sintonía socialista. Fin. ¿Chabacanos? ¿Inconsistentes? Pues esperen a ver los spots de verdad. (21/11/10)
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