Page 204 - Col.legi l'Assumpció de Nostra Senyora d'Elx (1939-1963)

Col·legi l’Assumpció de Nostra Senyora d’Elx (1939-1963)
El día 13 de agosto, la representación de la Festa era por invitación, entonces el Ayuntamiento daba una copa, un agua limón, una horchata o algo..., creo que venían a servir unos de la Glorieta, El Marfil. El Ayuntamiento pedía al Colegio que dejara la entrada, que era grande, para poner unas mesas y que fueran los invitados; alguna vez fue pertinente que estuviera mi madre..., porque, aunque era una simple licenciada en Clásicas, en aquellos tiempos, era como una autoridad docente. Con este motivo, algún año tuvimos que ir. A mi me hacia mucha ilusión la Nit de l’Albà.
Mi madre tenía que volver a veces a examinar en septiembre, preparar con Mariate los horarios. Entonces, hasta octubre, me iba a Elche con mi madre.
Cuando estaba en cuarto, mi madre quería que dejara el Ramiro de Maeztu y volviera a Elche, pero yo tenía mi vida y mi libertad, mi gente: mis amigos, mis compañeros..., yo estaba muy a gusto. Acabé el bachillerato y el examen de Estado en el Ramiro de Maeztu... Me peleé con un jesuita malo, pelirrojo, mala gente, que llegó allí.
Carmen Agulló fue alumna todo el tiempo del Colegio, es tres o cuatro años mayor que yo. Mi madre y Mariate la querían mucho, porque era de las alumnas buenas. Unos días me dio clase, estando ella en segundo de la carrera, creo, y yo en quinto de bachillerato, era de esas que lo sabía todo y conmigo siempre fue muy cariñosa. Nos queremos mucho. Muy empollona y muy lista. Ha escrito algo que se llama «Mi colegio»..., está en Internet. En la actualidad está ya jubilada.
En el Colegio la Asunción, los horarios no eran de clases seguidas, había clases de estudio. Los alumnos salían de la clase de estudio para ir a la clase que fuera. Estaban mañana y tarde. Creo que no había muchos alumnos.
El material que había en el Instituto pasó al Colegio, no se de qué forma, cedida, prestada... Recuerdo que había una habitación con bichos y Mariate, que era más divertida que mi madre, me decía «Josechu, ¡vete a la sala de los bichos!»; era un sitio para ciencias naturales, yo era pequeño y a mi los bichos... Mariate que era un encanto, era más bien feucha, y en la foto que te mandaré está muy bien.
En la planta baja, a la izquierda, había una escalera ancha, muy grande, con unos primeros escalones que daban a la vivienda del conserje, a la derecha; luego seguías las escaleras y llegabas a un piso grande, grande, comunicado para pasar de un lado u otro; allí era donde estaban las aulas. Ahí era donde había una sala de estudio grande y se cerraba, según las clases que había.
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