Page 104 - La Libreta Gris - La otra crónica de Elche: 2008-2017

–No sea usted quisquilloso, hombre, que esto es la campaña electoral.
Y es que nunca llueve a gusto de todos ni hay vallas que logren la aclamación general, ni siquiera entre los partidarios de la opción política en cuestión. Por ejemplo, en la anterior campaña municipal hubo quien dijo que a Mercedes Alonso le perjudicó presentar una imagen de muy señora, con ese peinado que supuestamente le daba un aspecto como de derechas de toda la vida. No sé, yo no soy experto en esas cosas de la semiótica política, pero a lo mejor con un look un poco más juvenil e informal habría sumado algunos votos más, que le podrían haber dado la alcaldía, o al menos la victoria electoral. Claro, eso y que el expresidente popular Manuel Ortuño no le hubiera hecho la puñeta con su AP. Las candidatas de izquierda no sufren ese dilema entre presentarse en sus vallas con un aspecto casual y cercano, o serio pero distante. Ahí está, sin ir más lejos, el panel de Compromís per Elx, que muestra a la cabeza de lista local, Àngels Candela, y a la número 1 provincial y supuesta número 2 en Elche, Mireia Mollà, un poco más atrás, junto al lema A peu de carrer. Parecen dos integrantes de un equipo policial del CSI en un cartel promocional de la serie. Pero son dos candidatas pegadas a la realidad y no a la ficción. A pie de calle, donde hay que estar, dicen desde lo alto de la valla. Tal vez le faltaría añadir: Nosotras resolvemos problemas (de gobernabilidad).
Les invito a contemplar tranquilamente estas y otras vallas electorales que irán surgiendo y hallar el significado oculto detrás de las imágenes, los colores, los mensajes y las disposiciones espaciales. Y reflexionar, al mismo tiempo, sobre este pensamiento de San Agustín: "Es mejor cojear por el camino que avanzar a grandes pasos fuera de él". La próxima semana hablaremos de la valla de Alonso. O no. (Por cierto, desconozco si han puesto alguna valla electoral en Las Bayas). (06/03/11)
UNA LEVEDAD INSOPORTABLE
Cuentan fuentes apócrifas que esta misma semana, un matrimonio con hijos del barrio de Carrús se encontraba tranquilamente en su vivienda cuando alguien tocó el timbre de la puerta. Tras abrir, el marido se dio de bruces con el alcalde en persona, acompañado de un amplio séquito de concejales y personal auxiliar. "Hola, buenos días, querido ciudadano. Tengo entendido que ha hecho usted recientemente una reforma en el cuarto
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