Page 123 - La Libreta Gris - La otra crónica de Elche: 2008-2017
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confuso y pensativo sobre el nulo efecto en su antiguo maestro de su ejemplar sacrificio, al que observaba perdiéndose en lontananza y dirigiéndose raudo y veloz hacia la Tierra Prometida de los exalcaldes y excargos en general.
Sin líder espiritual ni dedicaciones exclusivas ni funcionarios de empleo, los concejales socialistas ilicitanos vagan por la casa consistorial como almas en pena, como personajes en busca de un autor que les escriba el guión de su nuevo e inédito papel, sin saber qué cara poner ni qué hacer. Atrapados por su pasado, no se atreven a ser muy críticos con las medidas que está adoptando el gobierno popular dirigido por Mercedes Alonso para que no les echen en cara que son cosas que tenían que haber hecho ellos en los 32 años que han gobernado. Tampoco pueden dejar de criticar, para no dar aún más la sensación de que siguen grogui desde el 22-M. No pueden oponerse radicalmente a todo, porque no quieren ser una oposición destructiva ("como el PP en estos últimos cuatro años", apostillan) sino constructiva, y para ello apoyarán lo que tengan que apoyar aunque venga del PP. Pero sin ideólogo y sin paga, lanzan mensajes contradictorios que su electorado aún no es capaz de descifrar ni con el libro de claves de la CIA. Un día se les ocurre decir que ven bien la seudorrecogida diaria de la basura (sólo para el centro y el Raval) que se ha sacado la manga la alcaldesa "a coste cero", pero que quieren que se extienda a todos los barrios. Una exigencia que no suena muy convincente viniendo de un partido que ha incumplido este compromiso electoral en los dos últimos mandatos. Otras críticas que se han lanzado en este mes a la gestión del gobierno popular no alcanzan el nivel ni de primero de Primaria de Oposición.
Es lo que tiene cuando uno se ve despojado del poder después de ejercerlo durante tanto tiempo, que hasta que no se asume la nueva situación y se marca una nueva estrategia trabajo y de oposición, se van dando tumbos y coscorrones. Habrá quien diga (y lo hay) que lo que hace falta en el PSOE es una auténtica catarsis. Hay que darle al grupo socialista un plazo razonable para que se haga con el nuevo papel. Gente tiene preparada para ejercer la oposición (eso espero). Algo que será beneficioso para el PSOE y sus votantes, pero sobre todo para el funcionamiento del Ayuntamiento y, por consiguiente, para el municipio en general. Alejandro Pérez ha dejado dicho que hay que dar paso a "un nuevo clima político alejado de la crispación y el enfrentamiento en el que se instalaron quienes ahora ejercen el poder". El mensaje es voluntarioso, pero mal empezamos si se insiste en que toda la culpa la siguen teniendo los otros. Sobre todo cuando es sabido
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