Page 191 - La Libreta Gris - La otra crónica de Elche: 2008-2017
P. 191
candidatura única consensuada entre todas las familias, con Alonso como cabeza (algo, en estos momentos, muy improbable, por no decir improbable del todo). Con ello Císcar pretendería evitar, siguiendo instrucciones del presidente regional Alberto Fabra, que el choque de dos o más candidaturas abriera de nuevo las heridas y divisiones en el PP local a poco de ganar la alcaldía, o que la última heroína popular de la Comunitat se encontrase en la tesitura de gobernar el Ayuntamiento pero perder el control del partido, teniendo enfrente un comité local nada amigable. Sería una opción en plan “más vale malo conocido que bueno por conocer". Pero la militancia popular local ya ha sufrido en sus propias carnes durante muchos años las injerencias de la dirección provincial, con las nefastas consecuencias ya conocidas. Y quiere volver a ser dueña de su propio partido y de sus decisiones. La cuenta atrás ha comenzado. (14/10/12)
EL ATRIBULADO CASO DEL "MORRUT"
"Es triste pedir, pero más triste es robar". Refrán lastimero español.
Hasta ahora los plenos municipales habían estado surtidos de trifulcas, insultos, improperios, diatribas, descalificaciones, menosprecios, mofas, vituperios y hasta de agravios. Pero nunca había habido un robo. Hasta que el lunes, alguien le mangó al portavoz del Partido de Elche, Jesús Pareja, el picudo que se había llevado a la sesión en un tarro de cristal. El hombre llegó con su ejemplar de Rhynchophorus ferrugineus (morrut roig para los autóctonos), lo colocó sobre la mesa y allí lo dejó. Muy pocos –por no decir nadie– repararon en el coleóptero curculionoideo, y quienes advirtieron su presencia tal vez pensaron: "Otra ocurrencia del Pareja", y siguieron a lo suyo. Alguien pudo también pensar que se trataba de la nueva mascota del Partido de Elche, o del propio portavoz, dado que el concejal debe sentirse muy solo ocupando el único escaño de su grupo. El edil explicó que lo había encontrado cerca de su casa, que está a unas manzanas de la casa consistorial. Sea como sea, la cuestión es que el picudo voló en el descanso de la sesión, y no precisamente por sus propias alas. Algún pérfido malandrín le sustrajo el morrut mientras fue a hacer un pis. Y lo denunció al reanudarse la sesión, pero nadie se dio por aludido. Ni la alcaldesa, que lo
191