Page 193 - La Libreta Gris - La otra crónica de Elche: 2008-2017
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A continuación Miss Marple inquirió al grupo socialista. Todos sus ediles, con Antonio Rodes a la cabeza, aseguraron que habían aprovechado el tiempo para seguir enfrascados en la preparación de la querella por prevaricación contra Mercedes Alonso, por privar a Blanca González de la dedicación exclusiva hace un mes. (Inciso en la trama: Denuncia judicial que se materializó el miércoles, según dejó caer el portavoz socialista. Sin mucho entusiasmo, eso sí. Lo suyo no es litigar, adujo, pero es que la pérfida alcaldesa no les ha dejado otra elección, se justificó. La querella tiene más jurisprudencia y derecho comparado que la colección completa del Aranzadi; por eso han tardado tanto). Vuelta a la trama. Sin embargo, no estaban todos los ediles socialistas: faltaba Alejandro Soler, que supuestamente se encontraba en una reunión de la dirección del PSOE en Madrid. Miss Marple preguntó al respecto al secretario general Rubalcaba, quien dijo que no podía confirmar ni desmentir tal información, por responsabilidad y lealtad institucional. ¿Pudo el exalcalde, con esa coartada, quedarse bajo una silla y birlar el tarro sin que nadie reparase en su presencia? ¿Y Pareja? ¿Habría autosecuestrado a su bichejo para darse notoriedad y que los periodistas fuesen, al fin, a sus ruedas de prensa? En ese preciso instante, cesó en sus reflexiones. No necesitaba cavilar más. Ya tenía resuelto el caso: el ladrón (o la ladrona) había sido... ¡Lo sabremos después de la publicidad! (04/11/12)
RIN TIN TIN AL ATAQUE
Paco (limpiando el polvo): –Mamá, ¿para qué vamos a quitar la suciedad que no se ve?
Sole: –Paco, no me seas político. De la serie de televisión 'Siete vidas'.
En el siglo XV, las sesiones extraordinarias del Concejo de la Villa se celebraban en la Basílica de Santa María, bien porque la sala de reuniones de la torre del Consell –el cuerpo central del edificio del Ayuntamiento– no reunía las necesarias condiciones, bien porque la gravedad de estas reuniones requería el amparo de la divina providencia y la inspiración de las altas esferas celestiales. Seis siglos después hemos revivido aquella remota costumbre, aunque en esta ocasión no ha sido con una sesión plenaria del
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