Page 396 - La Libreta Gris - La otra crónica de Elche: 2008-2017
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veremos cómo, porque... it's very dificult todo esto". Y asunto zanjado. Sin embargo, todo en la Operación Damasco/Operació Damasc (que así fue bautizada en clave cifrada) se vino abajo cuando el president del Consell le advirtió al alcalde de que nada de tonterías con la Dama, que se harían las cosas como deben hacerse: declaraciones de les Corts y las Cortes, comisión mixta Ayuntamiento-Generalitat, cumbres parlamentarias, proclamas públicas, actos populares, bailes regionales y visita al ministro de turno. González, más proclive a las vías institucionales, respiró aliviado de encontrar una excusa para anular una incursión en la que no confiaba (más que nada porque no se veía en un uniforme de mensajero). "Mireia, abortar Operación Damasco. Repito: abortar operación", le susurró por la comisura izquierda de los labios a su cómplice durante el paseo por el recinto ferial madrileño en el Día de la Comunitat. "Pasamos al plan B", apostilló la primera autoridad local, mientras saludaba al presidente de la Diputación por la otra comisura. La compromisaria no ocultó su disgusto, pese a no perder la sonrisa que la caracteriza, y, aunque no tenía ni idea de qué iba el plan B, se sintió aliviada también, al poder dejar al fin en el stand de Elche (si lo encontraba) la pesada mochila con la Dama falsa. Miró de reojo al alcalde, como diciéndole: "Ya sabía que te rajarías". Y siguió derrochando simpatía de pabellón en pabellón, promocionando Elche y sus encantos (los de la ciudad).
Para que luego diga el popular Vicente Granero que la responsable municipal de turismo no trabaja ni difunde las bondades del municipio, y que solo piensa en acudir a fiestas clandestinas en las que se expenden bebidas de media y alta graduación, y donde no se respeta a la autoridad. Total, que lo de la Dama sigue a la espera. La momentánea negativa del Gobierno "no nos quita ni un ápice nuestro interés y nuestra ilusión", repetía González a los contrariados pasajeros del AVE atrapado por la meteorología adversa en Albacete de regreso a casa. Un vagón más atrás, Mercedes Alonso observaba cómo caían los níveos copos a través del cristal y se acordó (no porque la hubiese visto en persona, sino por fotos) de la Dama de la Glorieta cubierta por la nieve en 1954. Aquella sí que fue una nevada. Pero entonces, como ahora, la auténtica Dama estaba en Madrid. ¡A por ella, Mireia! (22/01/17)
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