Page 82 - La Libreta Gris - La otra crónica de Elche: 2008-2017

Antonio Amorós –tras salir mencionado en los idem– como portavoz socialista de la Diputación y la supuesta suspensión de militancia a instancias del secretario general del PSPV, empeñado en demostrar que no le gana nadie en su lucha contra los corruptos. La determinación de la santa cruzada de Alarte contra los compañeros impíos ha puesto, sin embargo, en un brete a su mano derecha (al menos orgánicamente). Soler se ha visto obligado a abominar públicamente de Amorós. "Tu quoque, Alejandro?", dicen que le dijo el dramaturgo cuando conoció las intenciones de su señor, al que había servido fiel y diligentemente en varios y difíciles trances de su mandato (por ejemplo, en la opereta bufa del intento de moción de censura contra el alcalde, con la providencial intervención de Ripoll y la consiguiente ausencia laboral ad hoc de Tormo), a lo que el alcalde respondió mirando a la torre de Calendura y silbando el tema principal de La muerte tenía un precio. En cualquier caso, Soler aún no ha dicho eso de "¡Que le corten la cabeza!". Espera acontecimientos, que es lo mejor que se puede hacer cuando no se sabe qué hacer. Que no le pase lo que a Alarte, que dijo eso también y ahí sigue Amorós, con su sesera sobre los hombros y sus competencias municipales todavía intactas. Si no estás seguro de que el verdugo te vaya a hacer caso, lo mejor es que lo pienses antes de dar órdenes, por muy secretario general y candidato a la Generalitat que seas. A todo esto, habrá que ver qué hace Soler si se confirma la suspensión de su concejal ciclista. Retirarle las competencias se antoja una tarea difícil, sobre todo cuando el afectado ya ha dicho que quietas las manos y que quien se las toque (las competencias), lo va a pasar peor que la televisiva Belén Esteban en una reunión de filósofos existencialistas. Soler sabe que no le conviene ir dando pedradas a los avisperos, o lo que es lo mismo, jugar a desestabilizar el gobierno local en la recta final del mandato. Porque es que encima Soler también tiene otra buena papeleta, él mismo en primera persona: la resolución del Tribunal Supremo sobre el recurso del PP por el caso de las facturas irregulares. Si, como esperan los populares, el alto tribunal estima que el asunto se cerró en falso en la Audiencia y que debe continuar el procedimiento, con la presumible presencia del alcalde en el banquillo de los acusados, el camino que conduce al 22 de mayo será más tortuoso y empinado que el del Gólgota. Los socialistas, por supuesto, no contemplan otro panorama que un nuevo palo y tentetieso judicial a la estrategia torticera del PP, y que la inocencia de Soler quedará una vez más demostrada. No me dirán que no hemos arrancado la temporada con emociones fuertes. La cosa promete. (26/09/2010)
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