Page 114 - Elche en guerra 1936-1939
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Elche, una ciudad en guerra (1936-1939)
CUADRO 29
DETENIDOS EN EL DEPÓSITO MUNICIPAL (1936-1939)
Hombres Mujeres Total 1-VIII-1936 113 13 126 1-IX-1936 172 24 196 1-X-1936 157 30 187 30-VI-1938 39 1 40 31-VIII-1938 10 1 11 28-III-1939 2 - 2
Fuente: Legajos de correspondencia, AHME.
Pensamos que la mayor parte de los hombres y mujeres detenidos eran militantes bien de Derecha Ilicitana, bien de la JAP y, en el caso de las mujeres, militantes de Acción Cívica de la Mujer. Sabemos también que en las incautaciones de documentos que debieron hacerse en los primeros días de la guerra, el Frente Popular contó al menos con la relación de militantes de la JAP porque junto al nombre aparece el número del carné de dicha organización. Otra cuestión significativa es la relación de órdenes de detención firmadas por el alcalde y presidente del Frente Popular Manuel Rodríguez Martínez en los meses de julio y agosto de 1936. Como puede apreciarse, la lista contiene 90 nombres: 13 mujeres, cifra que coincide con la relación de presas encarceladas el 1 de agosto, aunque algunas órdenes de detención estén firmadas con posterioridad a dicha fecha y 77 hombres, en realidad 75, teniendo en cuenta que en dos casos las órdenes aparecen firmadas por Juan Hernández Rizo, alcalde desde el 25 de octubre de 1936. La primera constatación necesaria es que de esas 75 órdenes dictadas por Manuel Rodríguez, 10 personas acabaron siendo asesinadas por paseos que tuvieron lugar en Elche, al margen de los cuatro fusilados que aparecen en dicha lista por sentencia de muerte del Tribunal Popular de Alicante. La documentación estudiada no nos permite establecer el grado de intervención del alcalde que, por otra parte, no hizo absolutamente nada por evitar la escalada de asesinatos iniciada el 18 de agosto de 1936. Desde nuestro punto de vista, la mayor responsabilidad de Manuel Rodríguez y del Frente Popular tiene que ver con las personas que estando encarceladas en el castillo de Altamira fueron, desde allí, conducidas a cualquier carretera y asesinadas. En tales circunstancias, el socorrido argumento de la espontaneidad desaparece porque se produce una autorización por parte de las autoridades locales que controlan un establecimiento penitenciario y que permiten lo que en el lenguaje de la guerra civil se conoce como sacas, aunque en los hechos a los