Page 112 - Elche en guerra 1936-1939
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Elche, una ciudad en guerra (1936-1939)
A partir de ahí, suponemos que un partido tan jerarquizado como el PCE eligió a través de sus dirigentes locales las personas a matar (de hecho, el entonces secretario de organización del partido nos parece que fue un hombre clave en la organización de la represión). Pero hubo más. La víctima que murió asesinada en Madrid, el ingeniero de 27 años José García Ferrández, relacionado familiarmente con la fábrica más conocida por sus enfrentamientos con la clase obrera en los años anteriores a la guerra, lo fue, según el informe de la Causa General, por un conocido militante cenetista, una especie de matón muy poco admirado por algunos compañeros de su sindicato43. Como puede apreciarse, la documentación conservada permite contar algunos detalles con razonable certidumbre pero resulta imposible, por el momento al menos, saber si hubo más criminales de guerra, en concreto si el Partido Socialista participó activamente o si, simplemente, dejó hacer, en este caso a los comunistas. Debemos añadir que lo que acabamos de contar en absoluto implica al conjunto de militantes comunistas, porque muchos de ellos lo único que hicieron fue ir a los frentes de guerra a defender, desde el primer momento, a la República. Un indicio adicional de que hubo más de un grupo de matones es el hecho de que en la misma noche se produjeran dos asesinatos en lugares alejados entre sí.
Otra cuestión que nos parece fundamental es el lugar desde donde las víctimas eran conducidas a su asesinato. Conservamos documentalmente dos informes que consideramos importantes. El primero relacionado con las personas que estaban detenidas en los meses de agosto, septiembre y octubre, porque, en esos momentos, todos o la inmensa mayoría los podemos considerar presos políticos:
43 Un personaje éste con una cierta leyenda. Debió incautarse de la moto más llamativa que encontró y circulaba con su traje de cuero negro. Pudo exiliarse y todavía en los primeros años de la Transición vino a Elche en algún momento, según algún familiar, provisto de su pistola. Curiosamente, un falangista nos habló bien de él porque, como suele ocurrir en estos casos, amenazó o protegió según le vino en gana. Otro asunto que nos llamó la atención es que junto al cenetista al que nos referimos aparecía otro nombre como sospechoso de la muerte del ingeniero en Madrid que en la posguerra, según la documentación a la que hemos tenido acceso, estuvo detenido y al que no le pasó absolutamente nada. Entre otras razones porque la justicia de Franco ni fue ejemplar ni fue certera. A la arbitrariedad habría que añadirle una inmensa torpeza.