Page 111 - Elche en guerra 1936-1939
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Panorámica general de una ciudad en guerra
“...Que estemos en presencia de una guerra tal vez de grandes dimensiones en la acción y en el tiempo, somos muchos los que lo creemos. Y de que debemos prepararnos conforme lo requiere esa guerra de duración tal vez indefinida, también. Con lo que ya no estamos muchos conformes son con esas apelaciones a la piedad que el camarada Prieto nos ha hecho. No podemos tener piedad con quienes de ella han hecho escarnio y vejación. Sus pechos son demasiados estrechos para albergar ese gran sentimiento... Los traidores, con su levantamiento, han pisoteado y escarnecido todas las leyes humanas. Sólo han dejado intacta, exhibiéndola como una norma de recta conducta, la ley del Talión. A ella, pues, nos hemos de acoger”.41
Y a ley del talión se acogió la ciudad porque dos días después, el martes 18 de agosto de 1936 se producían los dos primeros asesinatos, los dos primeros paseos de los 60 que tuvieron lugar hasta el 24 de noviembre del mismo año.
Si analizamos los 12 primeros paseos ocurridos en la ciudad en el mes de agosto, utilizando como referencias fundamentales el informe citado de la Causa General y los libros de defunciones del Registro Civil, observamos, en primer lugar, que los tres primeros cadáveres que aparecieron en el término municipal de Elche, en El Molar, fueron tres vecinos de Almoradí42 asesinados el 11 de agosto de 1936, hecho que nada tuvo que ver con la represión promovida desde la ciudad de Elche pero que bien pudo servir como reclamo de que el tiempo de la venganza –que en esos momentos podía parecer impune– se había iniciado. De las 12 víctimas de agosto, 11 murieron en el término municipal o en lugares cercanos y una más en Madrid. En el informe de la Causa General aparecen cinco víctimas en las que se incluye a los responsables y siete más en los que ese apartado aparece en blanco, lo que no deja de ser significativo: hubo quienes asesinaron con la mayor discreción posible y otros que dejaron más evidencias o, en algún caso, incluso alardearon de lo que estaban haciendo. Pues bien, todos los “sospechosos” que aparecen son militantes comunistas muy jóvenes –poco más de 20 años en los casos que sabemos la edad– pero bien conocidos en la ciudad. Y eran los que obedecían las consignas concretas del partido, por lo que no nos cabe ninguna duda de que el Partido Comunista se convirtió en protagonista fundamental de la represión de retaguardia aunque contara, como hemos visto, con el respaldo teórico del semanario socialista.
41 El Obrero, 16 de agosto de 1936, n. 516. Texto sin firmar. Con un cierto atrevimiento nos inclinamos a pensar que pudo ser escrito por Ginés Ganga Tremiño.
42 Jaime Mazón Hernández, Manuel Ros García y Filomeno Ruiz García, inscritos en el Registro Civil de Elche el 14 de agosto de 1936.
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