Page 166 - Elche en guerra 1936-1939
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Elche, una ciudad en guerra (1936-1939)
El caso más destacado fue el del prestigioso médico ilicitano Julio María López Orozco, diputado en las Cortes Constituyentes de 1931 y principal impulsor de la masonería en Elche durante la dictadura de Primo de Rivera. La condena inicial fue de 25 años de reclusión mayor, conmutada por la de 12 años y un día de reclusión menor.
CUADRO 42
APLICACIÓN DE LA LEY DE REPRESIÓN DE LA MASONERIA Y EL COMUNISMO
Inhabilitación y separación 5
Inhabilitación perpetúa 1
12 años y un día 3
Fuente: Archivo Histórico Nacional de Salamanca (sección masonería) y Boletín Oficial de la Provincia de Alicante.
Por último, lo que los testimonios orales recogidos en Elche nos han permitido conocer son algunos casos de lo que podríamos denominar represión ilegal o, al menos, al margen de los tribunales militares directamente encargados de la represión de posguerra. Cuantitativamente no son relevantes, pero sí permite afirmar la impunidad con la que se pudo matar, una vez terminada la guerra, tanto dentro de las cárceles como fuera de ellas. Así, en el caso de Elche, dos personas murieron en la fábrica número dos, una cárcel habilitada en el actual Parque Deportivo. El primero fue Ernesto Muñoz Chapuli, un empleado de banca con residencia en Valladolid, muerto en su celda el 27 de diciembre de 1939 por disparos de un centinela. El segundo caso fue el de Bartolomé Amorós Lafuente, un socialista ilicitano muerto en similares circunstancias. En otros dos casos más, no podemos asegurar que se tratara de ejecuciones ilegales, pero resulta evidente que la impunidad de policías y falangistas que intervinieron en tales hechos quedaba garantizada. En marzo de 1940 un veterano militante socialista, Ramón Mora Martínez, murió al caer desde un balcón del Ayuntamiento. Igualmente y sin que podamos precisar la fecha, Manuel López Hernández, Mejala, un cenetista que cumplió pena de cárcel y fue expedientado por la Ley de Responsabilidades Políticas, tras ser puesto en libertad, apareció sin vida bajo de un puente, tras recibir amenazas. Según diversos testimonios, se convertía de esta manera en suicidio lo que pudo ser una paliza de muerte.67
67 Registro Civil de Elche. Libros de defunciones, Vol. 111. Testimonios de Francisco Agulló Marco, 19 de abril de 1986 y Rogelio Mora Porcel, 15 de junio de 1986.

