Page 106 - 180 años de Periodismo en Elche
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6. LA PRENSA EN EL FRANQUISMO
1940-1975
Terminada la Guerra Civil, la prensa — como el país en su conjunto— padece un in- menso retroceso. Desaparece radicalmente la prensa política -salvo la clandestina- y la prensa literaria no tendrá nada que ver con lo que había hasta entonces. La cri- sis económica —las inversiones y el papel, como todo, escasearán— y la férrea censu- ra harán que en cuarenta años (1939-1979) apenas se editen doce nuevas publicaciones.
El régimen de Franco creó una ley de pren- sa durante la guerra (1938) que duraría hasta 1966 e imponía la censura previa, la forma- ción futura que debían tener los periodistas en una escuela al efecto (que no se crearía hasta 1941) y un registro de los mismos, re- quisitos sin los cuales, al menos a priori, no se podía ejercer el periodismo.
Un efímero semanario falangista editado tras la guerra, Renacer (1939), el Boletín de Acción Católica (1943-1945), el órgano de las juventudes de Falange, Combate (1946- 1947), un par de revistas que solo tuvieron un único número, la estudiantil, Bilitri (1944) y la literaria y espectacular Estilo (1947) y la revista Festa d’ Elig (1942) —que ha perdu- rado hasta la actualidad como Festa d´Elx—
serán las únicas publicaciones reseñables en las dos décadas siguientes al conflicto. En este periodo también cabe destacar la rea- parición clandestina de la publicación Elche Rojo (1943-1945) y la primera revista del Elche CF (1959).
En los sesenta hubo bien pocos medios más en Elche: la Gaceta Ilicitana (1964), una publicación quincenal que apenas llegó a los 35 números, donde debutaron informadores locales como Gómez Orts, Lola Puntes...; y el semanario Elche (1969-1971), editado por PubliAntón, donde también colaboraron, en- tre muchos otros, José Andreu, María Ángeles Sánchez... Los setenta, apenas aportaron una efímera —tres números— pero ambiciosa re- vista cultural editada por el Grupo Literario Alcudia en 1978, Tabala; y el semanario Can- fali, que tenía ediciones en Alicante, Denia, Benidorm y Orihuela, y cuya edición local se publicó desde 1978 durante varios años.
La gran tradición editorial ilicitana irá dando el relevo a la prensa provincial. La información local impresa ya no estará en los medios locales. Habrá que encontrarla en los provinciales. Tampoco habrá medios de periodistas. Estos serán asalariados.
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