Page 37 - La Libreta Gris - La otra crónica de Elche: 2008-2017
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> El obispo Tormo hará realidad el anhelo de disponer de agua potable
1.2. Dar de beber al pueblo
En el siglo XVIII Elche experimenta un notable crecimiento basado fundamentalmente en la expansión agraria. Este crecimiento favoreció el aumento de la población. Si en 1739, el término llega a los 13.000 habitantes, en 1794, según datos de Cavanilles, sobrepasaría los 20.000, siendo la “villa” más populosa del reino de Valencia.
Sin embargo, el abastecimiento de agua continuaba sujeto a las prácticas tradicionales de almacenamiento.
Tras un intento fracasado, en 1779 de traer a Elche caudales procedentes del desagüe de la laguna de Villena y de la Fuente
del Chopo, en 1777 el municipio adquirió los manantiales de Boriza y Urchel, en el término vecino de Aspe, intento también frustrado por la escasez e intermitencia del caudal previsto.
Es a finales de siglo cuando el obispo José Tormo, impulsará un proyecto que hará realidad el anhelo de la ciudad de disponer de agua potable. Se adquirieron la fuente de Barrenas, en Aspe, y se construyó una gran infraestructura que recorrería 16 km, salvando los desniveles del terreno con acequias cubiertas y acueductos.
Las aguas llegaron por fin a Elche el 29 de septiembre de 1789, a una fuente instalada en la plaza de la Merced para uso de los vecinos.
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