Page 18 - La revista musical y las variedades en Elche
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En ocasiones se daba cuenta de las canciones del espectáculo o se adver- tía: “Perla Cristal y Ángel de Andrés, ambos triunfadores en cine y TVE, por primera vez juntos en actuación personal”. De esta vedette se dijo en los pro- gramas de mano, “Perla Cristal ofrece el regalo de su voz, el donaire de su sugestiva figura y el arte de su buen hacer para deleite del público. Vuelve la alegría al teatro, en la revista cómica de muchos octanos.”
Muy lejos ya el tiempo pasado, cuando la publicidad se mostraba en pizarras sobre las que, escrito en tiza, se anunciaban los espectáculos mientras duraban en cartel, con los años la promoción llegó a ser un importante apartado de gastos y además de las grandes pancartas pintadas que mostraban a los protagonistas, en la fachada de los teatros, fueron reclamo frecuente los carteles fijados en las paredes, banderines, postales, atractivas cajitas, abanicos, cajas de cerillas, bom- bones, y sobre todo las fotografías dedicadas al público de las vedettes. La radio, el medio de mayor difusión en los cincuenta, repetía la solfa de las melodías de revista y de las coplas, y la prensa de la época, uno de los medios de divulgación más importante, anunciaba los estrenos y mostraba las críticas.
La publicidad empleada para anunciar a las vedettes merece especial aten- ción, pues se las presentaba como belleza europea o exótica allende los mares. De cuerpo entero o no, al pasar los años a las principales estrellas se las mostra- ba en los programas en sugestivas posturas y con la menor ropa posible, aunque nunca desnudas. Se especificaba de ellas su “escultural cuerpo excitante y sen- sual”, anunciando que eran mujeres “bellísimas, fascinantes, cautivadoras, pe- netrantes o candorosas”. Todas ellas, “superestrellas, figuras cumbre, máximas del género”, resaltando su origen francés, inglés, americano o portorriqueño, para diferenciarlas de las mujeres que cada día se veían en la vida real.
Más humildes, pero no con menor intención, son curiosos los apelativos para presentar a los artistas de variedades: sugestiva estrella, vocalista rumbera y escultural estrella microfónica, pareja de rango español, artífices de la danza, estilista del cante, el divo de la canción, canzonetista melódica, cancionero, el hombre de las mil voces, el hombre sin huesos, el más ganso de los gansos o el más tonto, e incluso: “Pepin, primer premio en el concurso internacional de idiotez, el único artista que viaja sin madre.” Además de: bellísima y escultural gimnasta, torbellino dental, la voz luminosa del cante flamenco, el terremoto moreno del baile gitano, tonadillera exótica, y hasta “La maravilla de la raza negra”, para referirse a la vedette de color Gina Baró.
En ocasiones, los programas mostraban notas como la siguiente: Si por cau- sas ajenas a la voluntad de la empresa, hubiese de ser suspendido el espectáculo
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