Page 229 - Agua, Tierra y Capital
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la media de la provincia de Alicante, que oscila alrededor de los 3,9 tanto para 1887 como para 1900.
Otros aspectos nos han parecido más importantes para el análisis de la evolución de la familia, como es el caso del número de hijos de las familias compuestas por dos cónyuges y cuya mujer se encuentra entre los 16 y 55 años.850 Dichas familias constituyen el 59,35 % de los hogares en los barrios obreros, frente al 42,10 % de la vila, y tienen una media de 2,74 hijos,
A continuación, presentamos un cuadro en el que observamos algunos indi- cadores estadísticos sobre los rasgos de las familias ilicitanas según el padrón de 1884 y el censo de 1900.
Pero quizá los datos nos revelen mejor los cambios sociales y familiares si relacionamos estos mismos indicadores correspondientes a los barrios obreros con los del área urbana principalmente habitada por las clases medias y altas, es decir, el ravals de Sant Joan y Santa Teresa con respecto a los de vila murada.
Sobre los datos, podemos concluir que la familia experimenta sustanciales trasformaciones durante nuestro periodo, dichos cambios están motivamos esencialmente por la alta participación de la mujer en el trabajo industrial, hecho que se advierte en tres aspectos: primero, en su alta mortalidad, por encima de la masculina, segundo, en el descenso del número de hijos, sobre todo en las familias compuestas por una mujer en edad reproductiva, tercero, en la escasez de mujeres con hijos por debajo de los 25 años de edad.
Por otra parte podemos observar la clara polarización y proletarización de la sociedad, característica del desarrollo industrial, así como la importante presencia de uniones irregulares, o no canónicas, de hombres y mujeres que declaran convivir en el mismo hogar siendo solteros, casados con solteras, o viudos, con hijos naturales o expósitos, circunstancia especialmente presente en los barrios obreros, sobre todo en las zonas más deprimidas del raval de Sant Joan que llegan a superar el 11%.
850 Hemos tomado como referencia estas edades primero a partir de la edad reproductiva, entre 16 y 49 años, pero nos ha parecido conveniente ampliar el segmento a los 55 ya que las mujeres que tuvieran hijos tras los 40 años, todavía se encuentran en un periodo de conservación del núcleo familiar.
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