Page 168 - La Libreta Gris - La otra crónica de Elche: 2008-2017
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cantando el Gloria Patri en el concierto del Gran Teatro del otro día, descendiera Mercedes Alonso desde la gran lámpara rococó cenital vestida de ángel, con una pequeña arpa en una mano y arrojando oropel sobre el respetable con la otra. Pero había que pagar al tramoyista para sujetarla y se descartó. Coste cero ante todo. Sin embargo, el aniversario no se ha quedado finalmente sin celebración. Alonso tenía preparada una mascletà y la soltó sin avisar. Estaba sonriente junto a la delegada del Gobierno en la Comunitat, Paula Sánchez de León, en el aparentemente inocente acto de colocación de la primera piedra de la Agencia Tributaria cuando se le acercan los periodistas y les suelta que va a enfrentarse al mismísimo aparato regional del PPCV para disputarle la presidencia provincial del partido a José Císcar, uno de los más estrechos colaboradores del president Fabra, y oficialmente designado por el jefe máximo para dicho cometido. "¿Me lo repite?", dijeron los atónitos periodistas. "Pues eso, lo que he dicho, hala", reiteró. La delegada miraba a un lado y a otro, la miraba a ella, a los periodistas y de nuevo a un lado y a otro, con cara de estar pensando: "En Valencia van a creer ahora que yo estoy en el ajo. Y no te digo nada en Madrid. A ver qué les digo yo ahora a Fabra y Rajoy". Por si no hubiera tenido ya bastante con el marrón que se tragó la delegada con lo de las cargas policiales contra los estudiantes en Valencia, ahora otro lío. Pero la alcaldesa, sonriente como siempre, siguió estrechando manos, repartiendo besos y echando paladas de tierra, ajena al terremoto político que acababa de desatar en toda la Comunitat. Por lo menos de 8 grados en la escala Richter para la política.
¿A qué se debe esta repentina rebelión de alguien que ha profesado una fe inquebrantable a los líderes populares que en cada momento tocaba? ¿Qué objetivo persigue lanzándose en tromba contra el aparato del partido, encaminándose a un muerte política segura que puede hacerle perder no solo la presidencia local del PP sino también sus opciones a repetir como cabeza de lista municipal? ¿Por qué predica la disensión cuando el mensaje supremo es la unión? ¿Se ve tan amenazada por la pérdida de peso político en el partido tras el último congreso regional que ha decidido ganar o morir? ¿O es que tiene un plan y apoyos secretos? ¿Confía, acaso en lograr la victoria final con el apoyo de los X-Men en el último momento? ¿Persigue otro objetivo, como lograr meterse entre los que mandan a base de forzar un pacto con el enemigo? ¿Habrá pedido asesoramiento a Manolo Ortuño para pergeñar su estrategia? Quién lo sabe. Solo ella y, a lo sumo, uno más. Porque los demás de su entorno, incluso sus concejales y los miembros de la
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