Page 185 - La Libreta Gris - La otra crónica de Elche: 2008-2017
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por Mercedes Alonso no quedó plenamente satisfecho con el castigo a latigazos de hace dos semanas y la sometió a un juicio sumarísimo de los que hacen historia. Al final, escuchadas las partes, dictó para la convicta la pena máxima: sin dedicación exclusiva y sin sueldo. Y porque ya no funciona el calabozo municipal de la torre de Calendura, que si no acaba engrilletada y durmiendo sobre un jergón. Pero Blanca, convertida en una moderna Juana de Arco, no renegó de su fe ni de los encargos que hizo durante la etapa de responsable de fiestas, y que han aflorado en forma de facturas supuestamente irregulares. Si tiene que chamuscarse en la hoguera, lo aguantará estoicamente. De nada le sirvieron los argumentos de que fue engañada por el hombre de la gabardina (Manolo Latour, para más señas); de nada su invocación a las familias de los trabajadores de Ilidexsa que pasan hambre y sed de justicia y pan; y mucho menos sus acusaciones al alto tribunal de persecución ideológica y personal. Nada. A la cárcel, por el momento solo simbólica, pero que se vaya preparando, porque ya ha anunciado el portavoz popular, Manuel Rodríguez, que están escarbando y que saldrán más facturas raras. Qué miedo. Quienes pensaban que las facturas mostrencas eran cosa solo de Alejandro Soler, van de cráneo. Ahí está la evidencia. Y como la experiencia es la madre de la ciencia, en vista de que la querella de Alonso y los suyos contra el exalcalde continúa atascada en los juzgados más de tres años después, con Blanca han aplicado la fórmula de juicio rápido y popular (más anfibología). ¿Para qué esperar a ver qué dice el fiscal o, en su caso, los jueces, y que la cuestión se eternice? ¿Y si encima los tribunales resuelven que las facturas no son tan irregulares como le parecen al PP (ya se sabe que la justicia es ciega) y la edil se queda sin el castigo que se merece? Esta no se les va a escapar como Soler (por el momento). Porque es que encima no se arrepiente de lo que ha hecho. Ya se sabe que a la alcaldesa le gustan los socialistas arrepentidos o conversos, hasta tal punto que los acoge en su círculo de confianza (Mari Ángeles Avilés, Juan Caballero y Sebastián Polo). Pero Blanca sigue persistiendo en su error y así no puede esperar clemencia ni compasión. Y que tomen nota los demás concejales de la oposición (Pareja incluido), que van por encima de la maroma. Como se descuiden, habrá calabozo para todos. El primero, Antonio Rodes. El J'accuse entonado por el portavoz socialista en defensa de la honestidad y la rectitud de actos de su compañera de filas, rechazando las torticeras tretas del tribunal, no solo no conmovió un ápice a sus integrantes, sino que le valieron severas amonestaciones y la advertencia de que él mismo iba también por encima de la maroma. De seguir así,
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