Page 306 - La Libreta Gris - La otra crónica de Elche: 2008-2017
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varios sindicalistas ("antidemócratas y sectarios", Alonso dixit) fueron desalojados policialmente por orden de la alcaldesa. "No les guardo rencor", dijo, refiriéndose a estos trabajadores municipales y a otros elementos que no han comulgado con sus ideas y procedimientos. Menos mal. "Termino con la satisfacción del deber cumplido hasta donde he podido", sentenció para la historia, mientras levantaba la sesión sin dar opción a la oposición a replicar los mítines en toda regla que soltaron Mateo, Martínez-Pujalte y Rodríguez sobre lo requetebién que lo han hecho. Pero la cosa no acabó ahí. La alcaldesa dedicó un piropo autóctono a JR Pareja, tal vez para tratar de ganárselo por si el Partido de Elche repite en la corporación y necesita de su apoyo. Cuenta el propio interesado que cuando Alonso pasó a su lado en el receso del pleno por el follón de los sindicatos, dice que le dijo: "¡Hale, sarnacho!". El ofendido le reclamó una pública reparación y retractación, y ella le contestó que no, porque aseguró que no lo había dicho. Sea como sea, Alonso rescató una palabra que ya estuvo presente en la escena política municipal tiempo atrás, concretamente en el mandato 1995-99. En plena trifulca interna del grupo popular, el recientemente fallecido Antonio Valero, alineado con el entonces presidente local Manuel Ortuño frente al cabeza de lista, Manuel Serrano, aseguró que el padre de uno de sus compañeros concejales le había dicho: "Xè, Antonio, a ver si colocas a mi hijo en la lista, que es un sarnacho y no sé que hacer con él". Y así fue. Para quienes no estén familiarizados con este despectivo vernáculo, recurramos a una autoridad en la materia, Francisco Orts Serrano, quien en su libro Antología de palabras, dichos y refranes de la comarca de Elche, anota: "Sarnacho: (1) Cesto de forma redondeada, tejido de esparto, abierto o cerrado; este último se utiliza sobre todo para guardar caracoles. (2) Tonto". Y pone un ejemplo de esta última acepción: "Mi primico siempre ha sido un poco sarnacho". No creo que haya que aclarar a cuál de las dos definiciones se referían.
La primera dama local no se hizo foto con sus compañeros de corporación, pero sí con el consejo del Elche CF, en el que aterrizó como salvadora. Tras haber estado un tiempo driblando, escondiendo y fintando, se decidió a subir a puerta. Y de un certero tiro por la escuadra batió al desquiciado Pepe Sepulcre y colocó a su amortizado edil de Deportes, Dani Rubio, a controlar de cerca el nuevo equipo del nuevo máximo mandatario Juan Anguix. La afición, con ella a rabiar; y son votos, oiga. Y mientras, Carlos González jugando al básquet. Siente tanto los colores la primera dama que se presentó de blanquiverde ayer junto al eurodiputado Esteban
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