Page 255 - Las Clarisas en Elche
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de la Federación comunica que antes de regresar a la comunidad de Elche sor María Jesús Menargues, según el mandato de la Santa Sede, estará un tiempo en el convento de Hellín, que se ha ofrecido a acogerla. El 25 de julio, el obispo de la diócesis visitó la comunidad y las obras del nuevo monasterio, quedando muy complacido al encontrarlo «acogedor, sobrio, luminoso y muy funcional». Tras hablar largamente con las religiosas les dio orientaciones para el inminente traslado, que se llevó a cabo desde la sencillez y normalidad.
Año 2008
Al inicio de la Cuaresma, primera experiencia con jóvenes de Aspe, Murcia y Elche que pasan un fin de semana en la hospedería del monasterio para tener un encuentro de fe y afianzamiento en su vida cristiana. Participaron con la comunidad en el Via crucis, rosario, oración, liturgia y eucaristía; dirigieron el encuentro la madre abadesa y el Rvdo. Reyes Rodríguez. También en marzo vi- sita el convento por sorpresa el nuncio de Su Santidad, Mons. Manuel Monteiro de Castro, acompañado de nuestro obispo Rafael Palmero, del vicario general y del vicario de zona. Compartió con la comunidad experiencias y alentó a seguir en la entrega del ministerio orante. En abril, nuevo encuentro de jóvenes. Se realizó el Via crucis en el huerto para concluir con un rato de oración alrededor de una gran fogata. Visita del provincial franciscano Saturnino Vidal, que está realizando la visita canónica a las comunidades de frailes y, como cortesía, visi- ta también los monasterios de la provincia. El 28 de mayo tuvo lugar la visita de la CONFER en la que participaron Salesianos, Carmelitas de Vendruna, Obla- tas, Adoratrices, Jesuitinas, etc. El encuentro fraterno se basó en el diálogo y la oración, así como el rezo de vísperas. El obispo autorizó a entrar en clausura y visitar las dependencias del nuevo convento. La festividad de Nuestra Señora de la Merced, titular del antiguo monasterio, fue preparada con toda solemni- dad e iniciada con el rezo de vísperas. Sin embargo, mientras la comunidad estaba en clase de música se desató una gran tormenta con truenos, relámpagos, granizo y lluvia torrencial. El monasterio fue incapaz de afrontar el temporal y se inundó: caía agua por todas partes, especialmente por las lámparas del techo, cosa que hizo que se cortara la electricidad y se disparara la alarma. Después se comprobó que se había inundado el sótano y el huerto. La comunidad hubo de emplearse en las tareas de recoger agua, destapar atascos, colocar barreños bajo las goteras, etc. Se ponen de manifiesto las dificultades del nuevo conven- to, que al estar construido en un terreno bajo, hacía que la corriente de agua se concentrara en el mismo. También se detectaron algunos problemas técnicos en el acabado del sótano y en los desagües del muro del huerto, que estaban demasiado altos. A los pocos días se procedió a reparar los desperfectos, tras
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