Page 7 - Con Olor a Hierro - Charo Martinez
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Cuando era pequeño, imitando a una niña de la calle que bizqueaba, se le torció el nervio óptico y se quedó bizco para siempre, porque en aquella época el estrabismo no tenía remedio. Seguramente aquello hizo llorar a su madre, la sufridora madre Rosario, lágrimas de sangre.
su madre. Pobre mujer.
Su hermano Antonio, el que le seguía en edad, muy parecido a él físicamente, pero más delgado, un día jugando con su novia, "que, si dame la tijera que, si dámela tu a mí”, dio un tirón de la dichosa tijera y se
hizo una herida en un ojo, de forma que perdió la visión y se le quedó completamente blanco y con el párpado caído. Otro motivo para hacer llorar a
Antes de comenzar la Guerra Civil, Antonio, junto con su esposa Carmen (la mujer más horrible y fea que se pueda uno imaginar) emigraron a Argelia, concretamente a la ciudad de Mostaganem, donde se establecieron y tuvieron tres hijas preciosas, Rosario, Olga y Nadine.
Años más tarde y cómo consecuencia de los disturbios y revueltas ocurridos en Argelia
durante los años 50 que concluyeron con la proclamación de independencia de Argelia, Antonio y su familia volvieron a emigrar, esta vez a Nimes en Francia.
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