Page 120 - Elche en guerra 1936-1939
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Elche, una ciudad en guerra (1936-1939)
órganos políticos provinciales. Nos inclinamos a pensar más en un funcionamiento plenamente autónomo, lo que se evidencia por las enormes diferencias entre unos lugares y otros. Nuestra conclusión por tanto es que el PCE asumió el protagonismo en la represión que se produjo en la ciudad con el silencio de las demás fuerzas políticas y sindicales y que, cuando fue necesario, se dio el visto bueno para que presos políticos encerrados en el palacio de Altamira fueran desde allí conducidos a una muerte segura. Respecto a la CNT pensamos que tuvo muy poco que ver con lo que pasó en Elche entre los meses de agosto y noviembre con alguna excepción (al margen del individuo al que nos hemos referido, el informe de la Causa General cita en una ocasión a dos militantes cenetistas como responsables de una muerte violenta. Pudo ocurrir, pero en todo caso fue un hecho aislado).
En el mes de septiembre de 1936 tuvieron lugar otros 22 paseos, con algunas novedades. Algún sospechoso más, también comunista y, en un caso concreto, consejero municipal –otra cosa es que la acusación fuera infundada-, pero los mismos criminales que mataron en agosto, siguieron matando en septiembre, octubre y noviembre. La más importante novedad de septiembre es que las únicas dos mujeres ilicitanas asesinadas lo fueron en Madrid, al parecer, al ser localizadas por el mismo cenetista al que ya hemos hecho referencia. Pero las mujeres, en general, sufrieron cárcel siempre y cuando fuera conocida su militancia en Acción Cívica de la Mujer, el grupo femenino de Derecha Ilicitana y pensamos que, al menos en el caso concreto de Elche, no se encarceló a mujeres por sus creencias religiosas sino por haber participado activamente en la vida política local. Algunas de ellas, de derechas y muy religiosas, acabarían compartiendo prisión con presas comunes. La segunda novedad del mes de septiembre fue la aparición del paseo múltiple con cuatro o cinco víctimas en la misma noche (los días 25, 26, 29 y 30 de septiembre fueron asesinadas en total 15 personas), creemos que todas ellas excarceladas desde el palacio de Altamira.
En el mes de octubre se produjeron otros 14 paseos con ocho víctimas entre los días 18 y 19 de dicho mes. Dos circunstancias son remarcables con respecto a las víctimas: una de ellas, el sacerdote Bernabé del Campo Latorre fue asesinado en Valencia por lo que es bastante probable que nada tuviera que ver con la represión desencadenada en la ciudad y dos casos más que merecen comentarse: el asesinato de un barbero de 35 años, Pascual Ferrández Palazón, según el informe de la Causa General, cometido por un individuo conocido como “el gitano de la Alcoraya”, por cierto, detenido en la posguerra y sin que tal acusación le saliera cara y el asesinato de una persona conocida por el apodo de El Pusa, sin domicilio conocido en la ciudad pero, curiosamente, con una calle dedicada a su nombre. Casos, por tanto, que nada tuvieron que ver con motivaciones políticas pero que en la posguerra se






























































































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