Page 122 - Elche en guerra 1936-1939
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Elche, una ciudad en guerra (1936-1939)
Elche como en toda la España republicana, en diciembre de 1936? La desaparición completa, con muy pocas excepciones –en Alcoy hubo asesinatos en febrero de 1937– de los crímenes de la retaguardia republicana no se ha explicado suficientemente. Téngase en cuenta además que la represión de retaguardia cambia por completo, tanto la “ilegal” (paseos y sacas) como la “legal”, es decir, la relacionada con los tribunales populares que pasaron de condenar a muerte con bastante frecuencia a sustituir, en la mayoría de los casos, la pena capital por penas de reclusión en campos de trabajo. Al respecto un lugar común de la historiografía especializada es que la reorganización del Estado con el gobierno de Largo Caballero creó de nuevo los instrumentos coercitivos que eliminarían la anomia provocada por el golpe de estado. Pero el gobierno de Largo Caballero se constituye el 4 de septiembre de 1936 y la represión se mantiene tres meses más. Sí en cambio pudo resultar más efectiva, el 4 de noviembre de 1936, la entrada de cuatro miembros de la CNT46 en el gobierno de Largo Caballero en la medida en que el movimiento anarquista se pudo sentir más integrado en el proyecto común de defensa de la República, pero, desde nuestro punto de vista, la represión a la que hacemos referencia no se explica ni sólo con anarquistas ni con los viejos tópicos de las turbas, el espontaneismo y los “incontrolados” y el caso de Elche sirve como un ejemplo más.
Localizando la misma pregunta en nuestra ciudad, el único cambio que cabe pensar es que quienes hasta la fecha estaban decidiendo matar recibieran la orden de punto y final que, creemos, partiría más desde la dirección provincial del Partido Comunista que no desde la propia ciudad. Porque lo que podemos suponer es que los ejecutores seguían en su sitio, al igual que las muchísimas personas escondidas en la ciudad, en Santa Pola o en las partidas rurales que podrían haber agrandado la cifra de víctimas y, desde luego, los poderes coercitivos locales no sufrieron ninguna modificación: tanto los siete agentes de Investigación y Vigilancia como los 46 guardias municipales que había en la ciudad en 1936 ni impidieron que los paseos se produjeran ni, desde luego, fueron determinantes para que los asesinatos cesaran.47
46 Una figura de la CNT que merece la pena recordarse es la del director general de prisiones Melchor Rodríguez García, el llamado “ángel rojo” porque puso fin, a partir de los primeros días de diciembre de 1936, al fenómeno de las sacas. Justo lo contrario de lo que se podría decir de su antecesor, el militante de la JSU Segundo Serrano Poncela.
47 Que sepamos, la Guardia Civil desapareció de la ciudad desde el inicio de la guerra o, al menos, no hemos encontrado la más mínima referencia documental que nos permita pensar lo contrario. La última referencia a la Guardia Civil que hemos encontrado es el traslado, el 6 de julio de 1936, del sargento del puesto de Elche, Juan Martínez Tudela a Villena. Es probable que el relevo no llegara siquiera a producirse.
 




























































































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