Page 195 - Elche en guerra 1936-1939
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Los discursos políticos
Otra referencia a la misma cuestión la encontramos en un artículo, significativamente no firmado, de marzo de 1938:
“(...) Llevamos diez y nueve meses de guerra: y no será demás echar una ojeada retrospectiva. En los primeros tiempos, de agudo dramatismo, escribió el pueblo con su sangre una epopeya de entusiasmo y de dolor, rica en emoción y en voluntad, pobre en disciplina y conexión. Después, los esfuerzos del Gobierno de la República fueron lentamente moldeando la normalidad, recortando extralimitaciones y partidismos y organizando la nación en armas: y sólo ahora, cuando se ha llegado a crear un Estado y a observar unas normas jurídicas, cuando el ejército no es de unos partidos, sino de todos los ciudadanos, es cuando podemos apuntarnos victorias como las de Guadala- jara, Belchite y Teruel, y abrigar fundadamente la esperanza de un triunfo total.
Para llegar a esto, que es fin primordial y urgente del Frente Popular, es indispen- sable seguir exactamente las órdenes de nuestro Gobierno (...).
Los republicanos españoles han tenido siempre, como postulado indeclinable, la convicción de que el pensamiento no delinque. Siempre nuestro espíritu liberal ha protestado de que se persiguiese a un hombre por profesar unas ideas, fuesen socia- listas, anarquistas o católicas. La sanción de la autoridad y de la ley no debe recaer sobre el pensamiento, sino sobre los hechos cuya realización esté prohibida o puedan fundadamente perjudicar al régimen que defendemos (...).
Después de diez y nueve meses de vigilancia de la retaguardia por Comités Anti- fascistas, en estos pueblos en que todos nos conocemos, es indudable que, o estos han fracasado en su labor, o no deben quedar ya elementos peligrosos de derecha. Si que- dan y es preciso detener a docenas de ciudadanos, la ineficacia de los procedimientos seguidos hasta el día es evidente: con ellos no logramos sumar a nadie a nuestra causa, sino por el contrario, alejarlos de nosotros ir convirtiendo a los neutros e indiferentes en enemigos encubiertos o declarados (...)”.23
El texto hacía referencia implícita a la última detención masiva que se produjo en la ciudad relacionada con la labor de un policía secreto, un tal Felipe de Burgos, que consiguió encarcelar a todos aquellos –incluido algún militante republicano– que había entregado dinero destinado a los presos de derechas, lo que conocemos hoy como “Socorro Blanco”. El semanario por tanto censuraba sin nombrarlos a los partidos –de nuevo el PCE sobre todo– que seguían buscando enemigos con procedimientos poco o nada escrupulosos. La referencia a los “neutros” a los que había que llevar a la causa de la República, en el momento en el que se escribe dicho suelto no deja de ser otro canto de sirena porque más que neutros en la retaguardia
23 Adelante, 6 de marzo de 1938, n. 66. “Contumacia en el error”, sin firma.
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