Page 275 - Elche en guerra 1936-1939
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Los discursos políticos
cojida (sic) de dicho semanario, lo que no podemos admitir en manera alguna es que se diga por barberías, sorprendiendo la buena fe de los obreros, que el semanario aludido había sido recogido por el Gobernador Civil de la Provincia. Eso es una canallada”.102
Elche Rojo presta especial atención a los problemas de la ciudad y coincide con el resto de semanarios ilicitanos en el presunto trato discriminatorio en la cuestión de los abastecimientos, tomando siempre como referencia a Alicante: “ni carne, ni pescado, ni leche en comparación a Alicante u otros pueblos”, con una consigna reiterada: “Elche es digno de mejor suerte”. El argumento repetido era que la ciudad estaba realizando un esfuerzo que no era recompensado pero, paradójicamente, el semanario insistía una y otra vez en el espectáculo permanente que podía verse a diario con bares repletos de hombres, los llamados “insustituibles”, es decir, aquellos que evitaban de la manera que fuere ser alistados en los frentes de guerra. Si eran, según el propio semanario, unos 7.000 combatientes ilicitanos, los que se libraron de los frentes de guerra no eran pocos. Como muestra, Elche Rojo organizó en diciembre de 1938, cuando ya no quedaban más reemplazos por incorporarse, el I Torneo Popular de Fútbol con 13 equipos todos ellos con nombres, eso sí, de guerra (el equipo más reseñable es el Club Deportivo Satanás. Suponemos que irían de negro): 143 hombres, como mínimo, capaces de correr detrás de un balón pero no aptos para la guerra. En alguna ocasión el semanario llegó a hacer llamamientos a los sindicatos para que practicaran “escaramuzas” en las fábricas para llevarse a todos aquellos que estuvieran en condiciones de empuñar un arma. Textos como el siguiente son habituales en el semanario:
“Es lamentable, pero nada más cierto, que infinidad de camaradas no viven la guerra. Para muchos parece que ésta no existe. Vemos constantemente en la reta- guardia a muchos compañeros que una vez que han terminado su trabajo, todas sus energías las dedican a pasear y frecuentar centros de corrupción de donde tan sólo se pueden gananciar (sic) enfermedades contagiosas que en nada pueden beneficiar a la humanidad. Los cafés y bares, apesar (sic) de la muchísima gente que ausente se bate en los frentes, siempre están llenos, y entre estos hay muchos sibaritas que pasan las horas muertas haciendo partidas consecutivas de juegos bastante perniciosos que no conducen a nada práctico (...).
En nuestra Ciudad tenemos alrededor de unos seis mil refugiados, entre hom- bres, mujeres y niños ¿Por qué se encuentran en nuestra Ciudad? Nadie ignora que han llegado aquí huyendo de las garras del fascismo (...).
Si no basta con esto, visitad los hospitales (...)”.103
102 Elche Rojo, 21 de agosto de 1937, n. 19. Suelto sin firma.
103 Elche Rojo, 29 de mayo de 1937, n. 7. “Trabajo, ayuda y economía”, por Elogio Español.
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