Page 278 - Elche en guerra 1936-1939
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Elche, una ciudad en guerra (1936-1939)
La crítica a los que en la retaguardia no sienten la guerra puede encontrarse una y otra vez, desde el principio hasta casi el final de la contienda:
“Sigue en todo su apogeo el bullicio y la diversión en nuestra ciudad. La Glorie- ta, los teatros, los bares y cafés ostentan a diario el consabido cartel del ‘completo’. La masa amorfa, insensible a los aletazos de los pajarracos del crimen, pasea su cuerpo ‘sandunguero’ y se distrae a sus anchas, poniéndose los mejores trapitos, para emu- lar la vagancia y la cursilería de esas ‘monadas’ que denominábamos ‘niñas o niños peras’, enjambres de zánganos que vivían a expensas del sudor de los trabajadores, dilapidando en juergas y bacanales de diversos tipos y estilos, efectivos usurpados al salario de los obreros.
Entretanto, la construcción de refugios –arma poderosa para defenderse contra los ataques de la aviación– siguen su curso progresivo, pero... con una celeridad ‘tor- tuguesca’; otras cuestiones de la misma trascendencia se encuentran poco atendidas, debido a la pasividad de la ‘peste paseante’ que se vuelca en todos los lugares de recreo, como si la guerra no les afectase lo más mínimo (...)”.104
Algunos combatientes desde los frentes de guerra también hicieron llamamientos para que la retaguardia, en este caso la ciudad de Elche, estuviera a la altura de las circunstancias:
“(...) A vosotros, pues, los que os encontráis en la retaguardia, me dirijo. Yo no soy más que un soldado del Ejército Popular que estoy dispuesto a perder la vida en todo momento que sea necesario. Yo salí en los primeros momentos de la guerra y hace un mes que he venido a mi querido pueblo de Elche, avergonzado de ver que ahí no os acor- dáis de nosotros (...) Sí, camaradas, mi puesto está allí, junto con los demás camaradas que me dejé y abandoné cuando caí herido; y la respuesta de algunos de vosotros era la siguiente: Tonto, más que tonto (...) Dejaos de pasear, camaradas (...). 105
O, incluso en un tono casi insultante, el texto del dirigente local Vicente Alcalde Butler:
“(...) Ahora recordarán algunos las palabras pronunciadas por mí en ocasión de mi visita a Elche, al dirigirme por radio a toda la provincia. Los que censuraron la crudeza y la violencia de mi lenguaje sin pensar que era la voz cruda y ruda de la guerra, comprenderán ahora la justeza de mis censuras y que la guerra sólo podremos
104 Elche Rojo, 25 de septiembre de 1938, n. 75. “Crisol Rojo”, por Doctor Franz.
105 Elche Rojo, 24 de julio de 1937, n. 15. “Memorias de un combatiente”, por José Serrano.
 























































































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