Page 299 - Elche en guerra 1936-1939
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Los discursos políticos
gobernador civil de la provincia. El día 17 de febrero fue nombrado interinamente Álvaro Botella Pérez a quien, desde luego, los acontecimientos le superaron. El día 21 fue nombrado gobernador civil de Alicante el abogado Francisco Valdés Casas, con una magnífica trayectoria hasta su cese en julio de 1937. Una personalidad política injustamente relegada al olvido.
3) En el caso de Elche, un grupo de gente por lo demás no muy numeroso pudo, durante varias horas, asaltar y quemar cuanto quiso. Ni la Guardia Civil, ni la Guardia de Asalto –con la excepción del teniente que actuó por su cuenta y riesgo a la manera de un forajido–, ni la Guardia Municipal intervinieron en ningún momento. Cuando, por la noche, apareció en la ciudad una compañía militar, poco quedaba por evitar. Es verdad que los hechos coincidieron al mismo tiempo con la reposición del Ayuntamiento y que quizá el primer asalto pudo sorprender, pero que se produjeran trece más a lo largo de la tarde indica una nula predisposición para cortarlos de raíz. Que se dejó hacer parece indudable. Téngase en cuenta además que en mayo de 1931 se produjeron incidentes similares en la ciudad de Alicante y que el Ayuntamiento de Elche y el alcalde Pascual Román Antón tomaron de forma inmediata las medidas para evitar cualquier desmán.
4) ¿Quiénes fueron los protagonistas? La única referencia documental y no demasiado fiable que tenemos es el procesamiento después de la guerra de 14 personas (once hombres y tres mujeres), con apellidos ilicitanos y absolutamente insignificantes desde el punto de vista político. Pensamos que debieron intervenir una mayor cantidad de personas y tampoco podemos hablar de una organización política o sindical que estuviera detrás de los hechos, pero, insistimos, se disponía de suficiente fuerza pública para evitar la mayor parte de los asaltos. La reposición del Ayuntamiento elegido en abril de 1931 vino a coincidir por tanto con el inicio de una especie de jacquerie urbana absolutamente inesperada y espontánea.
5) Diferentes versiones mencionan la presencia, como simples testigos, de personajes políticos como el flamante diputado Ginés Ganga Tremiño o el ex diputado Julio María López Orozco. Es evidente que no consiguieron evitar los hechos a pesar de los testimonios que informan de que al menos lo intentaron, por lo que resulta inicuo que se les acusara, como así se hizo, de lo contrario. Sí hay en cambio un personaje que viene de Alicante, el militante comunista Vicente Alcalde Butler, al que el recién elegido alcalde Manuel Rodríguez Martínez, nombra esa misma tarde, sorprendentemente, jefe de la policía municipal para, días más tarde, reponer al jefe habitual, Carlos Brotons Torres. La actuación, pues, de Vicente Alcalde como jefe de la policía municipal en esta fecha es una incógnita. Resulta muy fácil, como hemos podido escuchar en los testimonios
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