Page 60 - Elche en guerra 1936-1939
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Elche, una ciudad en guerra (1936-1939)
manos del cenetista y consejero municipal Juan Riesgo Sanz el 7 de julio de 1937, sustituido por Manuel Serrano Orts (un industrial vinculado al Partido Republicano Radical Socialista y concejal republicano desde 1931) el 19 de diciembre del mismo año, quien ocuparía dicho cargo hasta el final de la guerra. Los también cenetistas Joaquín Segura Payá y Enrique Martín Guerra ocuparían a su vez la secretaría de dicho Juzgado Municipal. Llama pues la atención que la CNT se ocupara durante buena parte de la guerra del Juzgado Municipal y de su Registro Civil, lo que no deja de ser toda una incongruencia.
La actuación de la justicia municipal la podemos conocer mediante los libros del Registro Civil y los legajos de correspondencia conservados en el Archivo Histórico Municipal de Elche. Sabemos, por ejemplo, que con ocasión de los hechos del 20 de febrero de 1936, tanto Evaristo Olcina como su secretario realizaron una inspección ocular el 21 de febrero de todos y cada uno de los lugares –14 en total– afectados por el asalto producido en las primeras horas de aquel fatídico jueves. Iniciada la guerra, el propio Evaristo Olcina comunicó al alcalde el 18 de agosto de 1936 la renovación de la totalidad de los cargos de jueces, fiscales y suplentes.
La documentación conservada nos permite saber que el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción actuó de oficio en algunos de los 60 paseos que se produjeron en la ciudad, solicitando información al alcalde con la siguiente fórmula:
“(...) se sirva ordenar la práctica de gestiones encaminadas a averiguar quien sea el autor o autores de la muerte de Antonio Moya Albaladejo, el cual fue hallado en la mañana del día 23 de agosto actual en el kilómetro 10 de la carretera de Alicante a Torrevieja, procediendo a la detención de aquellos, los que pondrá a mi disposición en la cárcel de esta ciudad. Pues así lo tengo acordado en la causa n. 114 del año actual sobre asesinato”.9
Y así una y otra vez conforme iban apareciendo los cadáveres en las cunetas de las carreteras dentro del término municipal. Por tanto, Evaristo Olcina como juez de primera instancia e instrucción se limitó a cumplir con el trámite burocrático sin mayor abundamiento en la cuestión.
Conocemos también un parte del trabajo del Juzgado a lo largo de la contienda. Entre los casos que hemos podido documentar, como puede apreciarse, tienen que ver con el contexto de la guerra las multas del Tribunal de Subsistencias y los casos de espionaje, sedición o derrotismo:
El oficio está firmado por Evaristo Olcina el mismo 23 de agosto de 1936. La respuesta del Ayuntamiento a través de Carlos Brotons, jefe de los guardias municipales, siempre es la misma: “las gestiones realizadas han sido infructuosas”. Tales oficios se encuentran en los legajos de correspondencia, AHME.
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