Page 133 - Riegos El Progreso
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Aunque en 9 el pago de salarios se redujo en cerca de nueve millones respecto al año anterior –por primera vez en muchos años–, los más de 6 millones abonados por este concepto superaron en seis millones al volumen total de ventas, con un precio máximo por hora de agua vendida estipulado en .00 pesetas.
La escasez o falta casi total de riegos durante parte del año llevó a la empresa a solicitar nuevos préstamos, esta vez del Banco Hispano Americano y de la Caja de Crédito de Elche, en este último caso por valor de otros diez millones de pesetas. En septiembre, el Consejo autorizó a su presidente a solicitar un préstamo de hasta millones de pesetas. Créditos cada vez más difíciles de conseguir por la situación angustiosa por la que pasaba El Progreso. De hecho, en diciembre de 9 la empresa se vio obligada a solicitar un nuevo préstamo de 0 millones al Banco Popular Español para hacer frente al pago del anterior préstamo obtenido en la misma entidad financiera.
El recurso a los expedientes de regulación de empleo fue utilizado en dos ocasiones por la empresa a lo largo de 9. La única nota positiva del año fue la terminación del proyecto de automatización de las elevaciones de agua y el cobro del crédito ofrecido por el IRYDA.
El año 9 ofreció muestras de una ligera recuperación, a pesar incluso del tono sombrío presentado por el informe del Consejo ante la Junta General de accionistas:
“Al igual que el año pasado, seguimos lamentando la persistencia de la fuerte sequía que durante cuatro años nos afecta, situando nuestra economía en el límite de sus posibilidades”.
Sin embargo, las cuentas del año fueron bastante menos dramáticas. Se vendió agua al precio máximo de .6 pesetas la hora y se alcanzó una cifra global de más de 6 millones, millones más que en el año anterior en el que, efectivamente, se había tocado fondo. Por venta de electricidad se consiguieron cerca de seis millones y se redujo en un millón el coste de los salarios (algo más de millones de pesetas). El año no fue bueno, pero las pérdidas se redujeron a cerca de tres millones y medio. Al menos, significó un cambio de tendencia y el final de la “pertinaz sequía”, aunque se mantuviera como cantinela habitual. La empresa consiguió una prórroga del expediente de regulación de empleo para todo el año 9 y de nuevo siguió solicitando créditos, con la salvedad que en algún caso la respuesta ya fue negativa. Así, no tenemos constancia de que el Banco Popular Español renovara su préstamo con la empresa y en febrero se solicitó de la Caja Rural Provincial de Alicante un
Expediente 465/83 para el periodo 27-VI al 11-XII-1983 y expediente 873/83 para el periodo 12-XII-1983 a -III-9. Puesto que las Actas no informan expresamente de los trabajadores afectados, suponemos que sería similar al primer expediente presentado en 9: 6 sobre una plantilla de trabajadores.
Expediente 140/84 entre el 11-III y el 11-IX de 1984.