Page 132 - Riegos El Progreso
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expediente de regulación de empleo por causa de fuerza mayor, ya que esta empresa no dispone de liquidez para atender los gastos de personal en plantilla en el momento se interrumpen los ingresos por venta de agua. En este acto se faculta ampliamente al Sr. Presidente D. Francisco Sánchez Llebrés para la iniciación del citado expediente en el momento y por el tiempo legal que considere preciso, y determine el personal de plantilla que en función de las necesidades del servicio va a ser afectado por el mismo”.
El 0 de septiembre Sánchez Llebrés informó al Consejo que el expediente de regulación de empleo había afectado a 6 trabajadores de la plantilla de El Progreso, quedando al margen. Se solicitó por cinco meses y días a partir del de octubre, cuando estaba prevista la falta total de agua para vender. La riada del Vinalopó que tuvo lugar en ese mismo mes obligó a la empresa a solicitar un aplazamiento del expediente de regulación por la necesidad de reparar los daños ocasionados y, el de noviembre, se pedía la anulación del expediente.
Otra novedad significativa del año 1982 fue el inicio de un expediente de crédito facilitado por el IRYDA con destino a sufragar los gastos de un sistema de telemando para las elevaciones de Sivaes y Derramador, centralizado en la elevación de Cuatro Pilares, así como una reja automática en la toma de agua de Ortices con la adecuación del canal desde esta elevación al azarbe de Mayayo. El IRYDA pagaría hasta el 0% de unos gastos totales de quince millones de pesetas, es decir, 9.00.000 pesetas. Dicha instalación se puso en marcha en el mismo año y supuso, por primera vez, un ligero descenso en los costes salariales (cerca de dos millones de pesetas de ahorro respecto al año 9).
El año 9 volvieron a repetirse circunstancias similares. De nuevo, por segundo año consecutivo, las pérdidas globales superaron los 0 millones de pesetas. La memoria de dicho año presentada ante la Junta General explicaba la situación de forma taxativa: “En el orden financiero estamos ante una situación límite que sólo podrá resolverse si por lluvias en los próximos meses de enero a mayo se normalizan las disponibilidades de agua en los embalses de la cuenca del río Segura. De no ser así, para salvar nuestra economía tendremos que recurrir al crédito hipotecario de largo plazo”. En efecto, la venta de agua descendió quince millones respecto de los 59 millones vendidos en 1982. No obstante, observamos una novedad significativa: la empresa contabilizó en el año 9 unos ingresos por venta de energía eléctrica por valor de más de cuatro millones de pesetas, resultado del nuevo convenio firmado con Hidroeléctrica Española por el que ésta abonaría el valor de los suministros proporcionados por El Progreso a razón de , pesetas por kilovatio. Este cambio coadyuvó, desde nuestro punto de vista, a un cambio de estrategia empresarial que, en la década de los noventa se consolidaría, hasta el punto de modificar por completo el objeto social de la empresa: sustituir la venta de agua por la venta de electricidad como primera fuente de ingresos.