Page 130 - Riegos El Progreso
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año “óptimo” respecto al volumen de suministro de agua. Por esta razón, El Progreso no aplicó el aumento de la hora de agua aprobado por la Comisaría de Aguas de Murcia que permitía pasar de las a las 0 pesetas por hora, anomalía que se repetiría una y otra vez. A pesar de todo, El Progreso repartió durante este año entre sus accionistas 0 pesetas por acción.
En 90, se mantuvo la misma tónica. Aumento de la venta del agua hasta rondar la cifra récord de 0 millones de pesetas y de nuevo un aumento salarial de ocho millones de pesetas respecto al año anterior. Un año excelente por ventas pero con pérdidas de un millón y medio de pesetas a pesar del aumento de la hora de agua vendida a 69 pesetas y con el mismo problema de competencia con los precios de Riegos de Levante. La solución adoptada no podía ser otra que acudir al crédito bancario para cubrir necesidades de tesorería. Para ello el Consejo autorizó a su presidente, Francisco Sánchez Llebrés para gestionar un crédito con el Banco de Vizcaya cuya cuantía desconocemos pero que sería el primero de una larga lista de préstamos solicitados en los años siguientes. Se acometió también este año una reforma que, dados los resultados, resultaba inevitable: la automatización de las elevaciones a base de un sistema de telemandos proporcionado por la empresa AEG Ibérica de Electricidad S.A. por valor de 7.200.000 pesetas. El proyecto significaba el ahorro inmediato en mano de obra de plantilla y su sustitución por personal eventual “hasta que funcione la automatización prevista”. El Progreso participó también en este mismo año con 0 participaciones de 0.000 pesetas en la constitución de la Caja de Crédito de Elche, Soc. Coop. Ltda. en la que Sánchez Llebrés participó en representación de El Progreso. Dos novedades más se plantearon en el año 90: el decreto de liberalización de precios por Orden Ministerial del de octubre y la sorpresa del Consejo de Administración al leer en el Diario La Verdad el proyecto del Ayuntamiento de Elche de convertir su edificio social en Casa de Cultura, sin que el Consejo tuviera conocimiento previo, asunto que no pasó de la mera anécdota. La petición de concesión de 00 litros del azarbe de Sivaes seguía sin contestación por parte de la Comisaría de Aguas de Murcia y El Progreso trató igualmente de formar parte de la Asamblea y de la Junta de Gobierno de la Confederación Hidrográfica del Segura, derecho que se entendía tenía la Sociedad al ser propietaria del Salto de Hoya de García.
El año 9 fue también excelente desde el punto de vista de la venta de agua con más de millones de pesetas como cifra global, pero, un año más, los salarios crecieron desorbitadamente: nueve millones de pesetas más respecto al año anterior, hasta superar los 66 millones. Las circunstancias fueron las mismas. El Progreso obtuvo autorización para subir el precio del agua en dos ocasiones a lo largo del año (de a 9 y pesetas como precio máximo por hora vendida) y, sin embargo, no aplicó tales subidas por la competencia. De nuevo el Consejo se refirió a los precios de la competencia muy por debajo de su coste, siendo “público y notorio