Page 9 - Riegos El Progreso
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IntroduccIón
Este trabajo pretende contar la historia interna de una empresa ilicitana que
cumple cien años de vida y que nació, el de abril de 906, por el empeño personal
de Ernesto Martínez Riviere, un perito industrial y perito electricista –como él
mismo se anunciaba en su correspondencia– con años por entonces que tuvo
la lucidez suficiente para creer en un proyecto que, junto a otros que vendrían más
tarde, transformaría por completo el paisaje rural de Elche en la segunda década del
siglo XX. Se trató además de un cambio histórico: frente al recurso secular del agua
del Vinalopó, la alternativa de traer al campo de Elche agua de los azarbes del Segura
mediante su elevación por motores. Es decir, mucha más agua y de mayor calidad
que permitiría la extensión del regadío frente al secano. Fue además un proyecto
pionero, el primero de sus características en Elche y, que sepamos, en todo nuestro
ámbito geográfico. Los cien años cumplidos y las muchas dificultades superadas han
permitido a Nuevos Riegos El Progreso S.A. contar con una sede social en la calle
Empedrat , adquirida en 9 y, en la parte que se ha conservado como propiedad,
excelentemente conservada en la actualidad y con un archivo propio con un enorme
valor documental. El archivo de la sociedad es, desde nuestro punto de vista, el
resultado de una empresa muy bien administrada desde su fundación. Desde hace
cien años, El Progreso se rige por un Consejo de Administración elegido por una
Junta General de accionistas que se reúne al menos una vez al año. Los hombres
que lo han dirigido desde su fundación y los hombres que han formado parte de
sus Consejos de Administración han tenido siempre que rendir cuentas a un número
siempre numeroso de accionistas, que ha oscilado entre los 00 y los .000. Este
compromiso con los accionistas ha facilitado siempre una administración rigurosa y
no hemos encontrado a lo largo de cien años ni desfalcos, ni dobles contabilidades.
En todo caso, administradores mejores y peores, pero obligados siempre a rendir
cuentas claras. En este sentido, nos parece también significativo que la empresa no
haya padecido ni una sola huelga de sus trabajadores en todo un siglo y, cuando
fue necesario reducir drásticamente su plantilla, se optó por soluciones lo menos
traumáticas como jubilaciones anticipadas o indemnizaciones por despido. 9