Page 102 - Agua, Tierra y Capital
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encuentran en la ciudad 46 talleres de lienzo casero que se consume todo en ropa blanca para la gente pobre de este Común297, dos fábricas de jabones y 120 molinos de aceite298. ¿A qué se debe esta discontinuidad?, ¿por qué aquel periodo protoindustrial no desembocó en una industrialización a la par de la de Alcoy o Barcelona? Pedro Ruiz propone una respuesta: la crisis agrícola hizo flaquear la demanda local y el incipiente desarrollo del textil y otros sectores fue cortado bruscamente,299 a lo que habría que añadir la debilidad estructural del mercado a nivel regional y estatal.300 Pero la solución quizá no se encuentre sólo el hundimiento de la demanda. La sociedad industrial es el resultado un conjunto sistemático de factores y de su evolución exitosa, rentable, visible en las manufacturas que se caracteriza por la maquinización, producción en cade- na, aplicación intensiva y extensiva del capital, y enajenación de los trabajado- res con respecto al producto final de su trabajo, y este entramado de factores no llegará hasta los últimos años del novecientos.
Por tanto, es conveniente aclarar las diferencias entre algunos conceptos que rodean la llegada de la palabra industria a la historia. Estos podrían ser el binomio compuesto por artesanía-protoindustria, que a veces mantiene difíciles fronteras con el fenómeno de las manufacturas, así como éstas se diluyen sin apenas darnos cuenta en industrias. La transición de protoindustria a industria es sutil. Sobre el tema, la historiografía ha generado un enorme caudal de controversias. Es equivalente la cuestión de los espacios, a veces es difícil establecer diferencias claras entre un taller y establecimiento fabril o fábrica propiamente dicha.
Nosotros hemos intentado definir un criterio de artesanía y taller a partir de una serie de características que identifican unos y otros tipos de producción: según la –para nosotros acertada- hipótesis de Miranda Encarnación, las diferencias entre trabajo industrial y trabajo artesanal son cuatro: 1o un mayor empleo asalariado y menores vínculos no profesionales entre traba y patrono, 2o, una configuración de la empresa basada en la búsqueda de beneficios, y no como una economía doméstica y del modo de vida de unidad familiar; 3o, la
RUIZ TORRES, Pedro.: Señores y propietarios... op. cit. p. 256. Pedro Ibarra habla de unos 200 telares manuales en la segunda mitad del siglo XVIII dedicados a una producción diaria de unos 3000 sacos. (IBARRA RUIZ, Pedro.: Historia de Elche... op. cit. p. 293.)
298 Ibidem, p. 257.
299 Ibidem.
300 MIRANDA ENCARNACIÓN, José Antonio.: Hacia un modelo industrial... op. cit. p. 46.
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