Page 156 - Agua, Tierra y Capital
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2.4.2.1. Comercio mayorista
La actividad comercial de los almacenistas será una derivación inmediata y característica del desarrollo de la industria, ya que se veía obligada a responder a una demanda variable, y por tanto, necesitaba espacios en los que guardar, por un lado, tanto la producción, que estaba a punto de ser embarcada para su comercialización excedentes de una temporada a otra, y por otro, las materias primaras de las que servirse en el momento en que la demanda las precisara y que a veces proceden de Barcelona, Valencia o Alcoy550. Los almacenistas nacen como intermediarios entre los productores y los comercializadores, y a veces abren una nueva vía de especulación que repercutirá directamente en los precios de los productos. Así prosperan y proliferan almacenes de lonas, cáñamo, trenza, yute, pieles y otros productos y materias de tal modo que, a comienzos del siglo XX hay constancia de la existencia de al menos doce establecimientos mayoristas.551 Es por ello que esta vía de negocio es también el germen de las primeras comercializadoras de la ciudad, estructuras que englobarán a varios industriales del calzado que se verán obligados a cooperar si quieren participar de las redes comerciales en el mercado estatal o extranjero. Aparecerá por primera vez en el Elche una nueva figura económica, el agente de negocios, del que tenemos noticia por primera vez en 1884, merced a un anuncio publicitario en el que Justo Monge Mata, se ofrece para toda clase de asuntos de esta ciudad relacionados con la venta y la compra de alpargatas de género de cáñamo y yute, todo lo concerniente al ferrocarril incluso facturar las mercancías sin necesidad de que los dueños tengan que ir a la estación.552
No obstante, muchos industriales, sobre todo los pequeños y medianos optarán por ser sus propios agentes comerciales, función que que a menudo suelen desempeñar los familiares más cercanos.553
Es por todo ello que la proliferación de almacenistas se relacione tan directamente con el desarrollo de la economía de marcado y el capitalismo, y a la sazón, con la contemporaneidad y el auge de la burguesía urbana, pero también propietarios, de tal modo que entre los almacenistas de la ciudad hallamos nombres procedentes de la propiedad de la tierra, “Rojas y Brufal” ,de la industria como Jaime Águeda, pero sobre todo, del comercio, en el caso de Daniel Fenoll, José y Antonio Chilar o Francisco Ibañez.554
550 MIRANDA ENCARNACIÓN, José Antonio.: Hacia un modelo industrial... op. cit. p. 118.
551 Ibidem, p. 117.
552 “Sección de Anuncios”, en El Vinalopó, número 29, del 31 de agosto de 1884. (Sig. PH-39.
AHME).
553 MIRANDA ENCARNACIÓN, José Antonio.: Hacia un modelo industrial... op. cit. p. 117
554 Ibidem, p. 118.
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