Page 212 - Agua, Tierra y Capital
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de visitas reflejó la citada división de los presos entre los que sufrían condena, tenían a causa pendiente o estaban en tránsito.
2.5. El capital financiero
Si la agricultura, el agua, la industria y las actividades comerciales son las cuatro grandes bases estructurales de la sociedad ilicitana finisecular y sin las que sería imposible un análisis de la construcción de la sociedad contemporá- nea en nuestro periodo, el quinto elemento constitutivo de ese edificio es sin duda, el capital financiero, es decir, los hematíes de la economía ilicitana en esa lenta y densa transición al liberalismo económico.
Es conveniente recordar el contexto económico que vive Europa a media- dos de los años ochenta. El momento del despegue de la sociedad ilicitana coin- cide con el periodo de superación de la crisis de los años setenta, es decir, nos encontramos en un momento en que comienza a refluir el capital y la inversión en España y Francia, también el instante en que se inicia la fase de expansión colonial, que afectará a un Mediterráneo occidental que comienza a recibir las influencias de esa oleada de bonanza europea. No es una casualidad que buena parte del mapa de los ferrocarriles del estado Español reciba una gran impulso a mediados de la década de los ochenta gracias al capital español, pero sobre todo francés, belga o británico. Si entre 1856 y 1865 había 4.832 kilómetros de ferrocarril en explotación, en el periodo siguiente, de 1866 a 1890 se pu- sieron en marcha 5.331 más y en los catorce años siguientes el incremento fue similar, para alcanzar los 15.671 en el año 1915, es decir, aunque no se logró el extraordinario desarrollo del periodo comprendido entre 1856 y 1865 que tuvo una media anual de 436 kilómetros de ferrocarril798, al menos se estabilizó la tendencia alcista desde mediados de la década de los años ochenta, en parte gracias a la estabilidad política de la Restauración.
Con el capital financiero, sector íntimamente relacionado con el ferrocarril y con la circulación internacional de capitales ocurre lo mismo. El contexto, eu- ropeo y estatal se encuentra inmerso en una fase de gran desarrollo y sobre todo de consolidación la banca moderna, que sin duda influirá, aunque de forma indirecta, en el desarrollo de los sistemas financieros locales. En este sentido, será pionera la Caja de Ahorros que nace en Valencia en 1839, cuyo proyecto ya existe desde 1831 por iniciativa de Clementina Ródenas, que hay que ubicar en la oleada de fundaciones de cajas de ahorros en la periferia del Estado tras la
798 GÓMEZ MENDOZA, A.: “Transportes y comunicaciones”, en CARRERAS, Albert y TAFUNELL, Xavier.: Historia Económica... op. cit. p. 137.
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