Page 214 - Agua, Tierra y Capital
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cajas de ahorros y montes de piedad, en el que también se observa una especial actividad en el País Valenciano, con la fundación de la Caja en Játiva, de 1881, Segorbe y Onteniente en 1884.
En cuanto al caso de nuestra ciudad, hasta la fundación de la citada entidad bancaria en 1886, los industriales, comerciantes, las clases medias urbanas y los propietarios agrícolas que necesitaban crédito tenía dos alternativas, salir de la ciudad o solicitar sus préstamos a los prestamistas de la vila murada que normalmente facilitan en dinero a un alto interés. Esta circunstancia era un obstáculo que en parte solucionará la Caja de Ahorros, pero también la presencia de varias sucursales de otras entidades bancarias, que irán estableciéndose en la ciudad desde finales de la década de los ochenta, la mayoría vinculadas a compañías de seguros.
Por otra parte, el crédito agrícola también encontrará la respuesta a sus demandas y necesidades cuando se funde, en 1903, la primera Caja Rural en la ciudad, quizá por la presión social ya que ejerce la Comunidad de Labradores.
2.5.1. Los prestamistas
En este apartado nos ocupamos de aquellas personas o sociedades cuya actividad prestamista trasciende a los documentos históricos y sobre todo man- tiene dicha actividad, que en el caso de nuestra ciudad compaginarán con otros negocios. La figura del prestamista es fundamental en el desarrollo de la indus- tria y el capitalismo, como hemos dicho, el capital financiero, ya sea de origen privado, personal o bancario, surge como respuesta al carácter de la industria ilicitana, sometida, como ya hemos visto, a la temporalidad. Este rasgo de la in- dustria alpargatera provocará la necesidad de un capital financiero rápido, acce- sible, y dispuesto, aunque suponga intereses usureros. A la sazón, los beneficios del negocio financiero revertirán en otros sectores, y supondrán una causa más para la circulación de capital en la ciudad, de este modo, entre los prestamistas ilicitanos encontramos los nombres de personas y sociedades que desempeña- rán un papel especialmente dinámico en el desarrollo económico de la ciudad.
En nuestro periodo tenemos indicios de tres grades prestamistas. Por una parte, José Pomares Álamo, miembro de una familia acomodada de propietarios que había destacado en el negocio de los trasportes por carretera hacia Madrid o Valencia. Paradigmático hombre de negocios, Pomares Álamo se encuentra presente en casi todos los sectores económicos de la ciudad: en las instituciones
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