Page 228 - La Libreta Gris - La otra crónica de Elche: 2008-2017

como si nada pasara hasta que haya una sentencia o dimitir de todo, viene dada por el hecho de que el juicio se celebrará en pocos días. Se argumenta desde el PSOE que si Soler renuncia a sus cargos ahora y resulta absuelto, no podría reintegrarse a su actividad político–institucional. Vale, pero hay quienes –incluso dentro del propio partido– que no ven bien que esté 15 días sin ejercer sus funciones institucionales pero cobrando, como igualmente le han echado en cara desde el PP y otras formaciones. Y ya puestos, tampoco se ven esos mismos con muy buenos ojos que el secretario general, Antonio Rodes, y la su vicesecretaria, Blanca González, acudan a apoyarle al juzgado, e incluso el primero de ellos vaya a declarar en el juicio como testigo de Soler. El jefe socialista argumenta que lo hace a título personal en aras a que resplandezca la verdad e impere la justicia . Lo hace, además, por camaradería y porque él es así: no olvida que le debe a Soler entrar de concejal como independiente, afiliarse al PSOE y llegar a secretario general en solo un año. Aunque no son amigos íntimos, asegura, no es un desagradecido. Y ahí estará. No cree que ello afecte al PSOE, afirma, pero lo cierto es que los comunicados de las ejecutivas local y comarcal expresando su respaldo a Soler han dejado un tanto descolocados a parte de la militancia y es de suponer que también a un sector del electorado. Una cosa es apoyarle en el tema de las facturas, que surge de una denuncia del PP con clara motivación política, y otra en un caso de violencia de género, en el que además del exalcalde está inmersa también una antigua militante socialista, organizadora además de las cenas anuales de la mujer trabajadora del partido.
En cualquier caso, son muchos, dentro y fuera del PSOE, los que dan por finiquitada la carrera política de Soler. Argumentan que en el caso de ser condenado, la dimisión como concejal –y por consiguiente, de diputado provincial–, secretario comarcal y miembro de la dirección federal debería ser inmediata; en el supuesto de que resulte absuelto, sería una victoria personal, pero el estigma de la denuncia por malos tratos pesaría como una losa para ejercer cargos públicos y orgánicos. Resultaría paradójico que lo que no han logrado Mercedes Alonso y el PP con la envenenada querella de las facturas, lo consiguiera la mujer que con más vehemencia le defendió frente a los embates judiciales y las "mentiras" de la actual alcaldesa. ¿Tendrá algo que ver Mercurio en todo esto? ¿O será cosa de Acuario? (16/02/14)
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