Page 320 - La Libreta Gris - La otra crónica de Elche: 2008-2017
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polinómica con algún toque algebraico y una pizca de la teoría de conjuntos, ha conseguido de una tacada eliminar el 10% estatal (que dejaba de tener vigencia el próximo año) y al mismo tiempo elevar, por el efecto de la teoría de los vasos comunicantes, unas centésimas el tipo impositivo. Resultado: el recibo se queda igual. Vamos, el experimento de la gallina en clave local, aunque sin premio Ig Nobel. Más bien lo contrario, porque este hito presupuestario inmediatamente recibió el rechazo de la oposición, que le exige una rebaja en toda regla del recibo. El PP salió en tromba con sus pesos pesados (Alonso, Granero y Mateo) arremetiendo contra el tripartito por engañar a los votantes y familiares cercanos, y exigió une rebaja fiscal como la que ellos quisieron hacer y les negaron. Llaman a los descontentos a la rebelión en el pleno para detener tal tropelía. No solo a la oposición sino también a los coaligados Ilicitanos. Su lideresa, Cristina Martínez, ya ha advertido de que con ella que no cuenten para mantener el IBI, que quiere una rebaja o el alcalde no se comerá el turrón (o algo parecido: con tanta actividad cibersocial, uno no sabe ya con qué quedarse). Ha puesto el grito en el cielo porque los socialistas no le consultaron el tema, pese a que ella está permanentemente localizable en persona, por teléfono, Whatsapp, Facebook, Twitter, Instagram y Line, o si no, a través del 112. Está disponible a cualquier hora y, si es requerida de urgencia, deja el Samu aparcado en la Plaça de Baix un momento y sube a la alcaldía. Eso es lo que hizo para acudir, en uniforme de trabajo, a la reunión de la Fundación del Elche CF. O sea, que no hay excusa.
Por eso ha tachado de mentirosilla –con cariño– a su compañera de gobierno, la portavoz socialista Patricia Macià, que pareció dar a entender que Supercristina estaba tratando de escurrir el bulto. Nada de eso. La lideresa de Ilicitanos defiende siempre lo mejor para sus conciudadanos, y lo mejor, sin duda, es una rebaja fiscal. La cuestión es que no está nada contenta con el ninguneo al que le somete el alcalde y sus concejales –con la connivencia de Compromís, que parece mentira, con lo bien que se lleva con Mireia Mollà, y que le haga estas cosas– y avisa de que la cosa puede ponerse seria si siguen por esta línea. De momento, como no se arregle lo del IBI pueden contar con su oposición en el pleno, con lo que los presupuestos del 2016 quedarían encallados. El PSOE no puede contar con el apoyo de Ciudadanos ni de Partido de Elche, que reclaman la rebaja (Pareja incluso del 15%). Carlos González ya ha dicho que no pasa nada, que son cosas que suceden entre coaligados, incluso en un gobierno plural y de progreso, que lo hablarán y tal. Ha recordado que el acuerdo del tripartito
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