Page 51 - La Libreta Gris - La otra crónica de Elche: 2008-2017
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reclamarían que se aplicara el acuerdo nacional contra el transfuguismo, que impediría esa situación. Pero haría falta demostrar que se le puede aplicar tal figura, teniendo en cuenta que Tormo no dejaría el grupo popular por voluntad propia ni para cambiar el signo del gobierno local aliándose con fuerzas de la oposición. Pero es que, además, Tormo quiere seguir en el PP. Por propia convicción y porque así se lo ha pedido Ripoll: es su principal baza para plantar cara a Alonso en Elche. El edil suspendido quiere seguir en el grupo aunque vaya a su bola: eso sí, sin forzar mucho más la cuerda con votaciones o actuaciones políticas que vayan claramente en contra de los intereses del PP, y que puedan ser determinantes para una eventual expulsión. Sabe que desmadrarse sólo le llevaría al precipicio y en la caída ya no habría salvación, aunque Ripoll enviase a los bomberos. Más que nada porque no tendrían personal disponible para poner la lona, al encontrarse apagando un estofado ardiendo en una cocina. (11/10/09)
DE GARRULOS Y CAPITIDISMINUIDOS
Garrulo/a: (Quizá de gárrulo). 1. adj. coloq. Dicho de una persona: Rústica, zafia. U. t. c. s. (DRAE)
Zafio/a: 1. adj. Grosero o tosco en sus modales o falto de tacto en su comportamiento. (DRAE).
Estos dos epítetos tan castizos, dedicados por la edil de Compromís, Àngels Candela, al portavoz adjunto del grupo municipal Popular, Manuel Latour, motivaron el plante del PP en el último pleno ordinario. El edil díscolo Emigdio Tormo, que no había acudido a la reunión de urgencia celebrada por sus compañeros de lista en el receso de la sesión (no se le convoca ya), se quedó solo, fané y descangayado en la bancada popular y, tras mostrar su estupefacción, se marchó para no añadir más clavos al ataúd político que intenta fabricarle la portavoz Mercedes Alonso.
Pero más llamativo que la decisión de dar el plante al pleno fue la explicación que ofreció posteriormente Alonso. Primero dijo que se habían marchado a la sede del grupo (situada en otro inmueble de la Plaça de Baix, la casa verde) a redactar un escrito para pedir que se retirasen los insultos (algo que, me imagino, podrían haber hecho de viva voz). Y resulta que estaban tan metidos en la faena que cuando iban a volver al salón de sesiones, les dijeron que ya se había acabado lo que se daba. "No nos han
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