Page 56 - La Libreta Gris - La otra crónica de Elche: 2008-2017
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Especial de Protección del Palmeral de Elche (PEPPE: las siglas se las traen) y, como era de esperar, le zurra de lo lindo al gobierno local. Tanto que el portavoz municipal, Alejandro Pérez, clamó al cielo en busca del amparo de los dioses (o en su defecto, de los Masters del Universo). "¡Que me lo quitan de las manos, que me lo quitan de las manos!", exclamaba ante los intentos de Valencia de apropiarse de los huertos ilicitanos vía normativa legal. La cuestión, viene a decir el papelito de marras, es que no se mueva una palma ni un terròs de un huerto sin que reciba el nihil obstat de la capital del Imperio. Y con copia por triplicado y firma electrónica incluida. Bueno, esto en lo que corresponde al plan en sí mismo, pero con el Mirador es peor: ni flores silvestres. Que donde se ha proyectado no se puede poner ni la maqueta, porque menoscaba el valor paisajístico del Palmeral y se verá más la Noria que las palmeras, y la gente –sobre todos los turistas– podrían pensar que se trata de un ejemplar exótico de palmácea (probablemente una planta mutante a raíz del ataque de un picudo intergaláctico) y llegar a confundir las cabinas con dátiles gigantes. Pero para que no digan que no hay afán de colaboración, la directora general, Paz Olmos, sugiere que se puede poner en otro sitio donde no afecte a las palmeras históricas. No lo apunta, pero probablemente esté pensando en las proximidades del Pantano, que añadiría una emoción extra de altura a los amantes de las experiencias fuertes. Tal vez. En cualquier caso, deja la puerta abierta a otras opciones, e incluso a si alguna comunidad de propietarios quiere instalarla en su terraza y sacarse algunos beneficios, como si de una gran antena de telefonía móvil se tratara.
Volviendo al tema, la cosa es que Alejandro Pérez le contestó a la directora general que les daba igual lo que diga el papelito, que el Peppepótamo sigue adelante porque Valencia no ha cumplido los plazos y donde dice que no, debe entenderse que sí. A esto que Olmos sale y dice que digan lo que digan, no permitirá que se ponga la Noria ahí y que si no le hacen caso, enviará a la flota estelar imperial para derribarla con los rayos láser de ultradiodo gamma invertido. Y para añadir más salsa al asunto, Olmos dice que la idea es buena (a Mercedes Alonso se le quedó la cara a cuadros blancos y negros cuando lo leyó) pero en otro lugar, insistió. Volvió a salir a la palestra el lugarteniente Pérez y dijo que sobre mi cadáver (el suyo) le iban a quitar a los ilicitanos la autonomía para decidir sobre su palmeral, sobre el Mirador y hasta sobre el arroz con costra. Y Alonso: "¿A que te presento otra querella?". Todavía le quedan unas cuantas del lote que compró en las rebajas por liquidación del Año Judicial 2008. A todo esto, el
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