Page 72 - La Libreta Gris - La otra crónica de Elche: 2008-2017
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cantinela de "Santa Rita, Rita, lo que se da no se quita", seguramente el ministro le responderá: "Ante el vicio de pedir está la virtud de no dar". O algo con un significado semántico idéntico. Es decir, de lo dicho, res de res. O, a lo máximo, ya veremos. El alcalde afirma que hay que esperar a ver cómo quedan los recortes en infraestructuras. "No es cuestión de ir atosigando al ministro preguntándole ¿qué hay de lo mío?, cuando probablemente ni él mismo sepa qué hay de lo suyo, argumenta Soler para justificar que no se haya ido directamente a Madrid en clase turista a preguntar qué hay de lo suyo. A Soler se le han juntado estos días dos malas noticias (o seudonoticias): una, que la llegada del AVE a Elche podría retrasarse uno o dos años (y no digamos ya la conexión de la línea de cercanías con la estación de Matola, que ni se sabe) y otra, que el supuesto compromiso de Blanco de pagar el Mirador del Palmeral parece esfumarse. Aún no lo sabe a ciencia cierta, pero lo intuye y lo teme.
Lo del AVE, a fin de cuentas, es tangencial. Es algo que se ha encontrado Soler ya proyectado, como la ampliación del aeropuerto, y aunque se ha apuntado algunos tantos como la mejora de la estación y la eventual conexión con la línea de cercanías, no es una obra atribuible a su capacidad de gestión. Eso ya venía de antes y lo que ha hecho, como buen político, ha sido metérselo en sus alforjas e incorporarlo a sus campañas publicitarias. Pero lo del Mirador sí que le corresponde directamente, hasta el extremo de que constituye su proyecto bandera de este mandato. Hay que reconocer que las cosas se le habían puesto a huevo, con el compromiso de financiación por parte del Gobierno central. Así, los diez o doce o catorce millones que iba a costarle la Noria a las arcas municipales, los podría dedicar el alcalde a los pobres, como pedía Mercedes Alonso. Con eso y con la peatonalización del Paseo de la Estación asumido también por el Estado vía segundo Plan E, la cosa iba rodada. Pero no contaba con el recorte. Y en esas estamos. De momento ya ha dicho que de aquí a final de año no pasa nada, que se hará el paseo, y que llegado el momento de preparar el presupuesto del 2011, ya se verá. Ya hay quien ha enterrado directamente el Mirador, e incluso quien se alegra de ello (en su propio partido hay algunos), porque no esperan, con buen tino, que la cosa mejore de aquí a seis meses vista. Ante esta tesitura, y con la vista puesta en las elecciones municipales, es la mejor excusa que puede poner el alcalde para arrinconar el polémico proyecto, que ha levantado tanta oposición en algunos sectores sociales como alabanzas entre expertos en la materia y gente que ve las cosas con perspectivas de futuro. Es una carga electoralmente complicada de manejar y si queda aparcada por
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