Page 51 - Las Clarisas en Elche
P. 51
tenidas a guardar, como no podían hazerlo cada qual de lo suyo en sus mismos retiros, atríbuyalo a la compañera, o a la que parecía no era su confidente y amiga, en una perpetua consternasión entre las dichas, sosobra, y poca atensión.
Y así señor, ya que según parece se ha allado el delinquente, o a lo menos parte de las alajas robadas, y que esta novedad pondrá límite al disturbio, serrará la puerta al atropellado, se reconciliarán los ánimos, y pasificarán las discordias, para que se pueda hazer de la zituasión, y paraje por do se considera haverse introducido aquél.
Suplican rendidamente a V. S. que de el fondo, y producto de saladares se digne mandar una limosna a este convento, para el fin de hazer paredes para levantar las que se miran bajas, motivo de lo acahesido. Espera este favor quedando con la obligasión de rogar a Dios guarde a V. S. los muchos años.82
En 1776 volvía a insistir la abadesa sobre la situación de inseguridad del convento con asaltos a la propia clausura, al tiempo que pedía ayuda para for- talecer los muros exteriores, dándoles mayor elevación:
La abadesa y comunidad de religiosas de Santa Clara de esta villa de Elche, con el devido respeto hazen presente a su ilustre Ayuntamiento que bien consta a V. S. y son notorios los repetidos asaltos que ha experimentado estos días la comunidad en su convento, internando, y asaltado los malechores lo sagrado de su claustro a que se recogieron las esposas de Jesu Christo, causándolas aquella inponderable osadía, a más de perjuicio de sus intereses en los continuados robos, el más formidable temor, que las tiene con notable quebranto de su salud, expuestas a perecer de un susto; que haziéndose por esta razón presiso procurar el más eficaz remedio con que se precavan tales riesgos, tienen por adequado atender ha fortalecer los mu- ros, formar nuevos de más elevación, claustrales con que, afianzada sus seguridad, quede imposibilitada la entrada a los que sin temor de Dios an cometido aquellos latrocinios, y para ello como asumpto de la mayor atención, está resuelta la comu- nidad a consumir los capitales de sus rentas aunque perescan sus individuos, pero recordando que V. S. es patrono de este convento, y que en sus piadosas entrañas siempre han tenido acogimiento las lastimosas súplicas de esta afligidíssima comu- nidad, recurren a V. S. sus hijas llenas de confianza.
Suplicando a V. S. se dignen acordar se les libre por vía de limosna aquella que fuere de su beneplácito para ayuda a levantar la referida obra, con que les sea menos penosa y dificultosa su execusión, y el convento quede más asegurado de la invasión de ladrones.83
Tres años más tarde, la abadesa hablaba del estado ruinoso del convento y en enero de 1779, recordando de nuevo la condición de patrono del monasterio, pedía ayuda al Municipio para sufragar las obras a realizar en el mismo:
AHME, Memorial núm. 9, Libro de cabildos de 1763 (Sig. a/94). AHME, Memorial núm. 27, Libro de cabildos de 1776 (Sig. a/107).
Siglo xviii
82 83
49

