Page 227 - Elche en guerra 1936-1939
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Los discursos políticos
Por eso en el día de hoy tenemos que manifestar que hemos olvidado todo el pasado y nos encontramos ante una realidad que nos une a todos, a socialistas, a comunistas, republicanos y anarquistas. Nos une con la sola y única idea de aplastar al fascismo y de elaborar por la buena marcha de la retaguardia.
Elche ha sentado un jalón, en las epopeyas de esta guerra. Ha sabido poner a contribución de la revolución cuanto ha poseído y en el día de hoy entrega a todo un batallón en holocausto de la libertad. Cientos de camaradas que sacrificando vidas y hogares parten hacia los frentes de batalla, a ellos van dirigidas estas sinceras líneas.
No importa que sea un partido quienes las haya organizado, si este es parte in- tegrantes de los que mantenemos esta lucha. Más todavía existe estrecha relación entre nosotros y los camaradas socialistas, por eso nos sentimos orgullosos de que ese batallón lleve el nombre de nuestra población y que esté controlado por un partido enteramente proletario (...)
Repetimos nuestro saludo y os ofrecemos cuanto somos y cuanto valemos. ¡Adelante, a exterminar el fascismo!
¡Viva el Batallón Elche!
¡Viva la Revolución Social!”.50
Un texto algo ingenuo (¡los anarquistas dando por bueno que un partido político, en este caso el Partido Socialista, organice un batallón!) explicable por el contexto de la guerra: el gobierno de concentración de Largo Caballero (al que faltaban unos días para incluir a cuatro militantes de la CNT) y la, hasta el momento, relación más o menos cordial entre las fuerzas locales. Pero el anticomunismo sin ambages de los anarquistas pronto saldría a relucir. También llama la atención el uso de un término muy en boga en la actual historiografía sobre la guerra: el exterminio, en este caso aplicado a la llamada “casta negra”.
En el mismo número del semanario El Obrero, por primera vez, las dos centrales sindicales se ponían de acuerdo en 10 consignas:
PRIMERO.- En los momentos en que estamos viviendo, momento de guerra a muerte contra el monstruoso fascismo, todos los trabajadores de ambos sexos, manuales e intelectuales, nos hemos de considerar movilizados.
SEGUNDO.- Nadie deberá olvidar, bajo ningún pretexto, la consigna anterior.
TERCERO.- Mientras estemos en guerra, no se podrán presentar nuevas bases de trabajo, máxime si éstas han de gravar la nueva economía; tales son los acuerdos de las organizaciones sindicales y es ineludible tenerlo en cuenta.
50 Ibídem, 25 de octubre de 1936, n. 526.
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