Page 316 - Elche en guerra 1936-1939
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Elche, una ciudad en guerra (1936-1939)
colaborador habitual del semanario, reclamaba un sindicalismo revolucionario y evitar los casos como el del Sindicato Nacional Ferroviario en manos de un histórico de la UGT como Trifón Gómez. Pero, sin duda, el artículo más llamativo lo escribió el hasta entonces dirigente juvenil comunista Vicente Alcalde, uno de los artífices en la provincia de la fusión de los jóvenes socialistas y comunistas. Vicente Alcalde se refirió a los, nada menos, 1.500 militantes de las Juventudes Comunistas en la provincia de Alicante que se habían fusionado con los socialistas. Reclamaba la bolchevización del PSOE y la necesidad de apartar a los “centro-derechistas” pero se atrevía, ¡en un semanario socialista! a sugerir lo siguiente:
“(...) En la lucha revolucionaria no puede haber más que un partido vanguardia de la clase obrera y ése nunca por nunca puede ser de la juventud, porque en ella no se dan las condiciones de experiencia y de temple precisas; a mi juicio ese partido existe, como tal partido, y constituyendo un todo homogéneo en su política, en el Partido Co- munista. Ese Partido Bolchevique que existe, se verá ampliado y fortalecido inmen- samente en el momento en que el Partido Socialista se libere del lastre que suponen la presencia en el mismo, y sobre todo en los cuadros de dirección, de los elementos centro-derechistas y se comience así a bolchevizar éste, fundiéndose entonces los dos partidos ya que no pueden existir dos partidos, como tales partidos y no fracciones de partido, armados de una misma teoría en potencia y en acción (...)”.145
El mensaje, pues, no tiene desperdicio y es de una arrogancia sublime. En un semanario socialista se le dice a los dueños que tienen dos problemas: echar a los reformistas y, una vez hechos los deberes impuestos, incorporarse al PCE que, por aquel entonces, seguía siendo en Alicante, en Elche y en toda España un partido minúsculo. Una de dos: o los socialistas del semanario no leyeron el artículo o cayeron en una ingenuidad insuperable. El resto del especial era un ditirambo sobre la URSS y del marxismo-leninismo. La traca final la puso el diputado ilicitano Ginés Ganga con un pequeño artículo titulado “Paso al proletariado”:
“La marcha acelerada de los acontecimientos políticos nos obliga a permanecer en guardia permanente. El régimen burgués, apoyado lealmente por los partidos obreros, hace los últimos ensayos para prolongar su existencia. Azaña hubo de decirles en el Parlamento, que deberían resignarse a perder mucho para no perderlo todo.
No sabemos hasta qué punto estarán dispuestos los partidos republicanos a cer- cenar el poder de la gran burguesía. Cuanto mayor sea la decisión republicana mayor será también la paralización de la revolución que está en marcha. Todo intento de
145 El Obrero, 1 de mayo de 1936, n. 502. “Hacia la organización única de la nueva generación”, por Vicente Alcalde.