Page 314 - Elche en guerra 1936-1939
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Elche, una ciudad en guerra (1936-1939)
como partido de clase. Este es, desde luego, el pensamiento de Prieto. Este cree que la colaboración con la pequeña burguesía es inevitable y se producirá cuando Largo Caballero haya admitido su necesidad. Tanto por lo lamentable de las declaraciones, como por la personificación que ha hecho Prieto en ellas, son motivos suficientes para reafirmarnos en nuestro criterio de que el diputado bilbaíno se halla desde hace tiempo fuera de la órbita revolucionaria en que gira el proletariado”.143
Más que fuera de la órbita revolucionaria en que gira el proletariado, la “ilusión democrática” de Prieto era, efectivamente, continuar la obra del primer bienio, ahora con Manuel Azaña como presidente de la República y él mismo como presidente del Gobierno. Resulta curioso también que se apele a la capacitación de la clase obrera como consecuencia de octubre de 1934 cuando podía contemplarse también como un tremendo fracaso de organización por parte de los caballeristas del PSOE. Y una cosa más respecto a Elche: aunque la lectura de El Obrero y los textos de sus dirigentes locales den la impresión de que no había más socialismo en Elche que el de los caballeristas, la Agrupación local, como tendremos ocasión de ver, en absoluto tenía una opinión unánime al respecto. En definitiva, se mantenía una división profunda y se perdía la oportunidad histórica de hacer posible que el más preparado políticamente de los dirigentes socialistas españoles pudiera encabezar un gobierno en coalición con los republicanos. Fue, además, el que con mayor ahínco alertó sobre el golpe militar que se estaba preparando. Por ello, la “órbita revolucionaria” podría interpretarse también como una manera de estar, pero en las nubes.
El viernes 1o de mayo de 1936 los socialistas ilicitanos lo celebraron por todo lo alto con un especial del semanario El Obrero de 16 páginas del que semanas después aseguraron haber vendido 3.000 ejemplares. El alcalde Manuel Rodríguez había recibido el día anterior un telegrama del gobernador civil Valdés Casas en el que le exigía que se garantizasen los servicios públicos y los suministros de agua, electricidad, gas y teléfonos. Igualmente, le recordaba su responsabilidad en el orden público y la vigilancia de “edificios públicos, iglesias y centros derechistas”. La jornada transcurrió sin incidentes entre otras razones porque, desde el 20 de febrero, la derecha no existía en la ciudad. No hubo grandes cambios respecto a la manera tradicional de celebrar la fiesta del trabajo: Disparo de 24 bombas y diana
143 El Obrero, 19 de abril de 1936, n. 500. “Prieto se ha equivocado de nuevo”. Editorial. En el mismo número, se menciona a los “pollos de la JAP” a los que “hay que aplastarlos”. En otro artículo firmado por Tovarich se habla del “terrorismo vaticanista” en relación con el pistolerismo fascista. En esa misma fecha, además, tuvo lugar la votación para la elección de compromisarios que a su vez elegirían al Presidente de la República. En la candidatura alicantina figuraron Jacinto Alemañ Campello por el PCE y Antonio Cañizares Penalva por el PSOE.
 




























































































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