Page 312 - Elche en guerra 1936-1939
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Elche, una ciudad en guerra (1936-1939)
la lucha por el control del partido entre centristas y caballeristas permitió que el Partido Socialista se quedara sin jóvenes y que éstos acabaran siendo militantes comunistas. Políticamente, un regalo estúpido y resulta lógico que la experiencia sirviera, durante la guerra civil, para que el PSOE acabara entendiendo que la fusión con el PCE, en un momento en que la URSS era el principal apoyo a la República, significaría en la práctica que el Partido Único del Proletariado acabaría por enterrar al socialismo español.
La interpretación de la fusión que daba El Obrero una vez la fusión de las juventudes se hizo realidad –abril de 1936– muestra, además de fervor revolucionario, un considerable caos. Así se analizaba la realidad española a tres meses del inicio de la guerra:
“(...) La juventud revolucionaria española se está preparando para realizar un acto de grandes perspectivas históricas. En estos momentos de crisis permanentes e insoslayables de todos los valores de la sociedad capitalista, en que se derrumban por su propia base todos los sistemas políticos y económicos que han venido dominando al proletariado (...).
El proceso democrático que está recorriendo la pequeña burguesía no tardará en agotarse. La incapacidad y la falta de audacia de los elementos radicales de la bur- guesía hará que el curso de la Revolución democrática no llegue hasta su término. La pequeña burguesía no sabrá aprovechar el Poder para realizar “su” Revolución. Con ello quedará reafirmado la vieja frase de Lenin de que ‘en las revoluciones ha de ser la clase trabajadora la dirigente’. Solo así podrán cumplir su misión. De no contar con la fuerza renovadora del proletariado, las revoluciones corren el peligro de ser absor- bidas por los residuos feudales de la sociedad que se pretende eliminar. A evitar que esto suceda en España se apresta la juventud trabajadora española. En España no se consentirá que la revolución democrática, iniciada fundamentalmente el 14 de Abril de 1931, sea absorbida nuevamente por la Iglesia, el Ejército, los grandes terratenien- tes y la alta Banca (...)
La unificación no se hace solamente para evitar la perniciosa actuación del refor- mismo o del trotskismo. Se unifican las fuerzas para barrer de obstáculos el campo de enfrente. Pero también para limpiar el nuestro, si ello fuera menester”.141
Feudalismo, leninismo, revolución democrática, trotskismo...: una auténtica empanada ideológica que el autor del texto trataba de digerir a partir, suponemos, de
141 El Obrero, 19 de abril de 1936, n. 500. “La fusión de las Juventudes socialistas y comunistas...”. Por Anesbel.