Page 378 - Elche en guerra 1936-1939
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Elche, una ciudad en guerra (1936-1939)
convirtió en todo lo contrario: larga, agónica y con una derrota que, por lo que ocurría en los frentes, resultaba cada vez más evidente, por mucho que, de puertas hacia fuera, hubiera que mantener todo lo contrario.
Eso sí, todos los organismos creados durante la guerra fueron por iniciativa socialista, con el visto bueno de una UGT que pese a ser la organización más fuerte numéricamente, ocupó un papel subalterno, rechazando incluso formar parte, como así lo intentó la CNT, de los Ayuntamientos de guerra. El Frente Popular, las Milicias Populares, Auxilio Familiar, el Consejo de Economía Local, el Comité Agrícola Local del Frente Popular o la posterior Comisión de Agricultura, el Comité Local de Refugiados, el Comité Local de Defensa Pasiva, la Oficina Local de Colocación Obrera, el Consejo Ejecutivo del Control Obrero de la Industria y Comercio UGT- CNT, el Consejo de Administración de Fincas Incautadas y otros muchos organismos menores o bien fueron creados por los socialistas o bien estuvieron en la dirección de todos ellos. Sin embargo, lo único que encontramos en la documentación conservada es un rosario de quejas –falta de productos básicos, desatención de la ciudad por parte de las autoridades provinciales y sensación perenne de que Alicante no cumplía lo que exigía a los demás como lo relacionado con los precios tasados, robos y saqueos en el campo de Elche, salida subrepticia de productos, etc.–, pero muy pocas iniciativas. Hasta el punto de que la primera propuesta relevante se produce nada menos que en marzo de 1938 cuando la minoría socialista propone medidas para mejorar el abastecimiento de la población. Se planteó entonces la municipalización de los servicios de abastecimiento de pan y carne y, poco después, de frutas y verduras. Se formó la consabida comisión formada por un representante de cada una de las fuerzas presentes en el Ayuntamiento y aquí acabó el invento hasta noviembre del mismo año en que se amplió el proyecto de municipalización a servicios tales como agua, gas, electricidad, pescado y hasta las pompas funerarias. Y no hubo más a pesar de que las penurias eran cada vez mayores. Es imposible saber si tal municipalización hubiera mejorado el abastecimiento, pero, en cualquier caso, algo había que al menos intentar y el Consejo Municipal fue en conjunto incapaz de hacer frente al caos absoluto en el que la ciudad fue cayendo conforme avanzaba la guerra y se aproximaba la derrota. La última iniciativa fue una reunión conjunta entre el Frente Popular, el Consejo de Economía Local y el propio Consejo Municipal planteada para el día 2 de diciembre de 1938. Demasiado tarde, pues.
Hemos comentado también el paripé de las relaciones entre socialistas y comunistas y el dichoso Comité de Enlace entre unos y otros. La experiencia de la unificación de las juventudes en las semanas previas a la guerra había dejado tal recuerdo que, como dijera Rodolfo Llopis, también caballerista y el hombre con mayor respaldo entre los socialistas ilicitanos, había que dejar tales proyectos para cuando la guerra hubiera