Page 419 - Elche en guerra 1936-1939
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Los discursos políticos
poner en marcha un poder sindical que controlara la ciudad y que hiciera causa común contra el predominio de los partidos políticos. La contestación de la UGT fue rotunda: cedían su representación al Partido Socialista “porque él encarnaba sus ideales”, lo que en la práctica se tradujo en que las pocas alternativas que se plantearon para resolver los problemas concretos que la guerra iba generando salieran siempre del Ayuntamiento y nunca de la Federación Local de Sociedades Obreras. Así, por poner un ejemplo significativo, cuando se planteó, en una fecha tan tardía como marzo de 1938, la posible municipalización de la venta de productos alimentarios básicos, UGT no tuvo ni siquiera la posibilidad de opinar porque ella misma se había autoexcluido de ese y de cualquier otro debate que pudiera producirse.
Los nombres propios de la UGT local son, con muy pocas excepciones, hombres –tampoco podemos hablar de una sola mujer que ocupara puestos directivos en la UGT– en los que predominó su vertiente política más que la puramente sindical. Nos referimos en primer lugar a Juan Pomares Castaño, con una dilatada trayectoria sindical –fue presidente de la Federación Local de Sociedades Obreras desde 1933 y detenido en abril de 1934–, pero con una actividad mucho más centrada en la política durante la guerra al convertirse en presidente de la Agrupación Socialista, primer teniente de alcalde del Consejo Municipal y vicepresidente del Consejo de Economía Local, aunque representara a la UGT como vocal del Tribunal Popular de Alicante. Por ello, aunque interviniera en mítines en nombre tanto del sindicato como del partido, acabó representando mucho más al segundo que al primero. Dos casos similares al de Pomares Castaño fueron los de Vicente García Serrano y Vicente Maciá Antón. Vicente García Serrano ganó el 20 de enero de 1937 la votación para el cargo de secretario general del Consejo Ejecutivo del Control Obrero de Industria y Comercio UGT-CNT, organismo mediante el cual ambas centrales establecieron la fórmula del control obrero en aquellas empresas en las que el propietario siguió al frente, fórmula que pensamos fue la más extendida en la ciudad y, además, el Consejo Ejecutivo tomó la decisión de incautar nueve empresas que habían quedado sin dirección.252 Vicente García Serrano como decíamos consiguió 2.637 votos y en esta ocasión militantes socialistas no sólo se enfrentaron a candidatos comunistas sino que compitieron entre sí de manera más bien absurda. Así, el propio presidente de la Agrupación Socialista Juan Pomares obtuvo 32 votos y otro militante socialista de menor peso político como Diego Maciá Martínez consiguió 751 votos. La única explicación
252 Las empresas que nos consta fueron incautadas son las siguientes: Chocolates Brotons y Antón de Torrellano Alto; Electromotora Equitativa; Calzados Francisco Estella; Cajas de Cartón de Casto Torregrosa Parreño; Calzados Quiles y Bonastre; Ripoll Hermanos y Cía; Fábrica de alpargatas Hijos de Viuda de J. Maciá; Fábrica de alpargatas de Gaspar Quiles Boix; Fabricantes de Suelas de Caucho Aglomeradas S.A. (FACASA); fábrica de Blas Orts Sánchez
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