Page 36 - Riegos El Progreso
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agrario y por haberse convertido en una empresa pionera en España desde el punto de vista tecnológico y organizativo. El hasta entonces Vicepresidente Diego Pascual Oliver sería el segundo Presidente de la empresa entre los años 9 y 96, los años del segundo proyecto de elevación de aguas y de la consolidación de El Progreso. La Junta Directiva quedaba compuesta con los mismos nombres que el año anterior. Las nuevas necesidades de la Sociedad explican la contratación de un abogado, José Gómez Valdivia, hermano del político ilicitano más influyente de la Restauración, Manuel Gómez Valdivia. La elección, pues, de José Gómez Valdivia, no fue casual. El Progreso conseguía con él una cercanía a los centros de decisión políticos, como tendremos ocasión de comprobar. Como abogado recibió un salario anual de .000 pesetas y estuvo vinculado profesionalmente a la Sociedad hasta su muerte. La plantilla de la empresa creció este mismo año hasta llegar a los trabajadores: un conserje, Francisco Maciá Batiste, responsable de la limpieza del nuevo local alquilado en la calle Pi y Margall número 6 y encargado además de hacer de voz pública en la venta de agua, con un salario de pesetas mensuales. El Secretario General recibía también un aumento de sueldo, pasando de dos a tres pesetas diarias y con la obligación de mantener abierta las oficinas de la Sociedad los días laborables desde las 9 de la mañana a las del mediodía y de las a las de la tarde. Se contrataba igualmente a un ingeniero especialista en electricidad y residente en Alicante, Sebastián Kornprobst, encargado de las revisiones periódicas de la maquinaria con un salario mensual de pesetas. Uno de los cobradores, José Quiles Agulló renunciaba y le sustituía su hijo, Pedro Quiles Boix, hecho que sería frecuente en la historia de El Progreso.
El año 9 fue también el del desarrollo del segundo proyecto que incluía, además de la primera elevación de Ortices en El Molar, dos nuevas elevaciones más: Sivaes y Derramador. La Comisión Gestora desplegó este año un importante trabajo para dilucidar la mejor propuesta de electrificación. Frente a la alternativa de Hidroeléctrica Española representada por Joaquín Chapaprieta o de la propuestas de Trino Esplá Visconti –que vendió sus tres acciones de El Progreso al no conseguir su objetivo de suministrar el fluido eléctrico– o de la empresa González y Compañía, El Progreso tomó la decisión de contratar el fluido eléctrico con la empresa ilicitana La Electromotora Equitativa9. Tanto El Progreso como La Electromotora debatieron las condiciones del contrato que uniría a ambas empresas por un periodo de cinco años a partir del de octubre de 9 y renovable de seis en seis años. El minimum de energía anual que La Electromotora se obligaba a servir era de 00.000 kilovatios
La única novedad fue la incorporación de los vocales Pascual Maciá Juan, Jaime Bru Pomares, Jaime Águeda Torregrosa y José Almela Navarro, además de la continuidad como vocal de Salvador López Quereda.
9 Su Consejo de Administración en 9 estaba formado por Francisco Brotons Ruiz (Gerente), Juan Ibarra Agulló, Pascual Antón Tarí, Juan Arronis García y Manuel Martínez Magro.